Crece la presión en los hospitales británicos por la rápida propagación de la nueva variante del coronavirus: las ambulancias de Londres están recibiendo hasta 8.000 llamadas al día, cuando lo normal para una jornada "ajetreada" son unas 5.500, según el propio servicio.

Cifras que no se veían desde el pico de la primera ola de la pandemia, ante las cuales el servicio de ambulancias de la capital ha pedido a los londinenses que solo llamen en caso de "emergencias potencialmente mortales", remitiendo al resto de casos al servicio de ayuda online del Servicio Nacional de Salud (NHS).

El pasado 26 de diciembre (festivo en Reino Unido por ser 'Boxing Day') las ambulancias de Londres recibieron un total de 7.918 llamadas de urgencias, 2.500 más que el mismo día del año pasado, según indicó el servicio a la 'BBC', relacionando este aumento con la "rápida propagación de la nueva variante del virus de la COVID-19".

"Es un momento horrible. El personal de ambulancias está afrontando con mucho estrés toda esta situación", apuntó un miembro del servicio a la cadena británica.

El sureste de Inglaterra se está viendo muy afectado por esta nueva variante, que se transmite a gran velocidad. El domingo se contabilizaron 30.501 contagios y 316 muertes por COVID-19 en Reino Unido, pero se estima que la cifra en realidad es mucho más alta porque no están incluidos los casos de Escocia, que no divulgará nuevos datos hasta el martes.

Las últimas cifras disponibles indican que hasta el pasado día 22 había 21.286 personas hospitalizadas por COVID-19 en el país británico, pero este dato también habría aumentado en los últimos días.

Londres y numerosos condados del sur y el este de Inglaterra están en nivel 4 de riesgo -extremo-, lo que ha obligado al cierre de comercios no esenciales, gimnasios, cines, peluquerías y salones de belleza, y se ha pedido a la población que evite usar el transporte público y se quede en casa.