Sentado en una esquina, observador y discreto, así es el lugar que Steve Bannon ocupó en la mesa ejecutiva de Trump tras ser nombrado jefe de la campaña electoral, una imagen que nada tiene que ver con el cargo que ocupará en la Casa Blanca: director de estrategia.

Su trabajo durante los pasados meses ha sido duramente criticado por el presidente de la Comisión Europea, Juncker, quien ha calificado la campaña del nuevo presidente de "asquerosa".

Bannon, de 62 años, no es un desconocido en EEUU, ya que se le conoce por ser locutor de un programa de radio antimusulmán y director de la revista online Breitbart News, la más leída entre la extrema derecha y que defiende artículos como: '¿Prefieres que tu hija sea feminista o tenga cáncer?'.

La revista de Bannon se pregunta si el feminismo hace feas a las mujeres y afirma con rotundidad que los anticonceptivos vuelven locas a las mujeres y poco atractivas.

Además, colectivos proderechos humanos sostienen que el nuevo jefe de campaña es supremacista blanco, misógino, racista y antisemita.

Su entorno lo niega todo, y Conway explica que "francamente, la gente debería considerar su preparación. Es un brillante estratega". Sin embargo, su segunda exmujer resalta su peor cara. Le denunció por malos tratos y ha asegurado que Bannon le pidió que sacase a sus gemelas de un colegio porque se mezclarían "con demasiados mocosos judíos".

El partido demócrata insiste en que la designación de Bannon marca la nueva y espantosa dirección de la Casa Blanca.