No solo le ha sucedido a la reconocida estrella mundial Oprah Winfrey, el mundo entero se ha quedado atónito por las duras palabras de los duques de Sussex dirigidas a la monarquía británica durante la entrevista que concedieron a la cadena estadounidense CBS: "(Estaba) atrapado dentro del sistema". Pero sus declaraciones resultan un auténtico 'Déjà vu', porque no es la primera entrevista que remueve los cimientos de la Casa Real Británica.

La razón: Lady Di también golpeó con dureza a la Casa Real Británica con una explosiva entrevista a la 'BBC' británica en 1995. Y entre las declaraciones de la Princesa de Gales, dejó una frase para la posteridad: "En mi matrimonio siempre fuimos tres, así que estaba un poco abarrotado". Se abrió en canal, reconoció el fracaso de su matrimonio y sus problemas con la bulimia.

"Te la infliges a ti misma porque tu autestima está en un punto muy bajo y no crees que seas digna o valiosa", aseguró Diana de Gales en esa misma entrevista, donde también añadió: "Era un síntoma de lo que estaba pasando en mi matrimonio. Pedía ayuda a gritos, pero daba señales erróneas y la gente usaba mi bulimia como un abrigo en una percha: decidieron que ese era el problema, que 'Diana era inestable'".

En este sentido, Diana aseguró que, con los problemas que tenía con su marido en aquel momento, en la familia real "todos estaban muy ansiosos porque podían percibir que había complicaciones pero no querían interferir. Estaban allí y hacían saber que estaban allí si era necesario". Las similitudes entre la entrevista de Lady Di y la de Meghan y Harry son notorias.

De hecho, las palabras de Meghan parecen un calco de las que pronunció Lady Di 26 años atrás. "Ya no quería estar viva", aseguró a Oprah Winfrey. Y ahora, la historia se repite. Los británicos vuelven a estar divididos: medios y tabloides se han posicionado duramente contra la pareja, y algunos incluso apuntan a que el furor de la entrevista podría ser una estrategia de Meghan para iniciar una carrera política en Estados Unidos entre los demócratas. Palacio se enfrenta así de nuevo a un seísmo.