Del laboratorio a la mesa de un restaurante. Así es el nuevo pollo artificial, creado con células animales pero sin la necesidad de sacrificarlos, que ya se puede probar en Singapur.

La Agencia de Alimentos del país autorizó a principios de mes la comercialización de la carne de pollo creada artificialmente en un laboratorio a partir de células animales, y el producto ya se ha sumado a la carta de un restaurante. Singapur es el primer país del mundo en autorizar este tipo de alimentos.

La empresa que lo ha hecho posible es la estadounidense Eat Just, que ya comercializa huevos creados a partir de plantas.

Esta iniciativa podría abrir la puerta a un mercado en el que toda la carne se produzca sin la matanza de ganado. En un comunicado, la empresa ha explicado cómo se produce este tipo de carne: primero se cultivan las células del producto, en este caso el pollo, en un biorreactor de 1200 litros y luego se mezclan con ingredientes de origen vegetal.

La células que se utilizan provienen de un banco de células y pueden pertenecer a animales vivos.