Nur Acaba de volver de Siria después de un mes ayudando en el hospital de Alepo. Denuncia que allí también llegaron civiles gaseados por el ejército de Al Asad, y que tardó una semana en recuperar los cuerpos de sus familiares tiroteados por el ejército y que quedaron tirados en mitad de la calle.
“Era huérfano y me cogía de la mano con una fuerza tremenda. No quería dinero, sólo quería estar conmigo”