Con la excusa de ir a fumar un cigarrillo, cinco jóvenes italianos abandonaron un restaurante en la región de Msida, en Malta, dejando una cuenta 100 euros sin pagar. De lo que no se percataron es que una cámara de seguridad del local lo grababa todo.

Tampoco sabían que el propietario los escuchaba, y reconoció el acento de uno de ellos. Era de la región italiana de Ragusa. Después de sentirse estafado, denunció el robo en un periódico local italiano.

El padre de uno de los jóvenes reconoció a su hijo. Nada más enterarse decidió llamar al propietario del bar, situado al lado del puerto de Msida. Tras hablar con el propietario, acordó que donaría la misma cantidad a una obra benéfica. Al final dio 250 euros, más del doble de la cuenta. El padre decidió donar el dinero a la organización no gubernamental voluntaria dirigida por una iglesia que alberga a personas con discapacidades y promueve su bienestar.

Pero no era suficiente una donación, quería dar una lección a su hijo. Por eso pensó en castigarle duramente. "Te mando a mi hijo a trabajar gratis", le propuso al afectado del robo.

El gesto sorprendió tanto al propietario que rechazó este ofrecimiento, aunque agradeció públicamente el comportamiento del padre: "Felicitamos al padre del joven por contactarnos de inmediato y pedir disculpas". Un hecho desagradable que se convirtió en una lección que su hijo nunca olvidará.

No es la primera vez que ciudadanos italianos se van de un restaurante sin pagar. Recientemente, en Albania, cuatro italianos se fueron sin pagar una cuenta de 87 euros.