Christine Blasey Ford, una compañera de instituto de Kavanaugh, denunció haber sido víctima de abuso sexual en el año 1982 durante una sesión extraordinaria celebrada la semana pasada en la Comisión de Justicia en el Senado.

Los abogados de Ford han cuestionado en un comunicado la labor del FBI, en la medida en que consideran que "no puede llamarse investigación" a un análisis que no incluye una entrevista con la supuesta víctima o con testigos que acreditan la veracidad de lo que contó ante los senadores.

"Estamos profundamente decepcionados por el hecho de que, después del tremendo sacrificio que (Ford) hizo al dar un paso al frente, quienes dirigen la investigación del FBI no están interesados en buscar la verdad", han lamentado los abogados.

Kavanaugh ha negado las acusaciones de Ford, así como las de otras dos mujeres que también han denunciado abusos presuntamente sufridos durante la década de los ochenta. El candidato al Supremo critica una persecución política, algo que el presidente Trump, ha contribuido a alentar burlándose de las víctimas y poniendo en duda sin pruebas sus historias.