Jaque mate a la nueva derecha más conservadora en Estados Unidos. Después del varapalo del Tribunal Supremo al derecho al aborto, tras anular una famosa sentencia que reconocía ese derecho a nivel federal, los demócratas han optado por la vía legislativa para evitar más sustos.

"Se trata de una ley federal que blinda mucho más el matrimonio homosexual", destaca Gabriel Colomé, profesor de Ciencia Política en la Universidad de Barcelona.

Los demócratas han conseguido sacarla adelante gracias al apoyo de doce senadores republicanos antes de que termine la legislatura, con una nueva arrancando el próximo seis de enero. Ahora, confían en que la Cámara de Representantes -dominada por su partido- le dé el visto bueno también el martes.

Esta operación tiene algo en la trastienda: así, por ejemplo, incluye un capítulo dedicado a la religión. Los mormones han conseguido, a cambio de su apoyo, blindar sus iglesias -y sus beneficios fiscales- para no ser castigadas por casar a homosexuales.

Además, también reconocen en el proyecto las bodas interraciales. Precisamente el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, casado con una mujer asiática, ha votado en contra.