Cuenta atrás para la cumbre de líderes de la Unión Europea, en la que el viernes y el sábado se debatirá el fondo de recuperación que ayude a superar la crisis provocada por la pandemia de coronavirus.

"Hay una difícil negociación por delante, muy difícil", ha admitido este martes Pedro Sánchez, tras reunirse con Angela Merkel en Berlín para preparar la que será la primera reunión presencial del Consejo Europeo desde que estalló la crisis sanitaria.

"Hay intereses contrapuestos y visiones distintas", ha agregado el presidente del Gobierno, que coincide con la canciller alemana en que urge llegar a un acuerdo. "Si retrasamos el acuerdo, vamos a retrasar la recuperación, y si retrasamos la recuperación, se va a agravar más la crisis", ha advertido.

Por su parte, Merkel ha instado a salvar las discrepancias entre los socios europeos. "Sería deseable llegar a un acuerdo lo antes posible. No sé si será posible el viernes o el sábado, pero el tiempo apremia", ha señalado.

El principal obstáculo es cómo usar los 750.000 millones de euros del fondo de recuperación europeo: de ellos, 500.000 millones serían en transferencias que no habría que devolver. No obstante, países como Holanda o Suecia son reticentes y exigen imponer condiciones al fondo.

Sánchez, por su parte, espera que cambien de postura. "En la Unión nunca se ha construido en base a vetos", ha señalado este martes, la víspera de concluir su ronda de contactos previa a la cumbre. El miércoles, se reunirá con los líderes de Suecia y Francia.

"Todos tenemos que ser conscientes del momento histórico que atraviesan nuestros países y el proyecto común", ha afirmado el presidente este martes en la rueda de prensa conjunta con Merkel, en la que ha defendido que los países deben hacer "lo necesario para llegar un acuerdo en julio". "No habrá recuperación sin acuerdo", ha sentenciado.