El Salvador dio un giro a la derecha con el triunfo del exalcalde de la capital Nayib Bukele en los comicios presidenciales con más del 53% de los votos válidos a su favor, tras dos períodos de la izquierda en el poder.

El presidente del Tribunal Supremo Electoral, Julio Olivo, reconoció que el triunfo de Bukele es "definitivo" e "irreversible", cuando faltaban por escrutar poco más del 10% de los sufragios.

Bukele, empresario de publicidad de 37 años, llegó a estas elecciones de la mano de la Gran Alianza por la Unidad Nacional, que será el partido oficialista desde el 1 de junio próximo.

El exalcalde capitalino agradeció a todos los salvadoreños que votaron por él y a "todos los que aún están esperando que las actas sean transmitidas a pesar de que el resultado es irreversible".

El triunfo de Bukele supone una ruptura del bipartidismo que la derechista Alianza Republicana Nacionalista y el izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional han mantenido durante décadas.

Bukele centró su campaña en señalar desde las redes sociales los casos de corrupción vinculados al FMLN y Arena para atraer a los votantes desilusionados de ambas formaciones.