Los saludos fascistas en el aniversario del asesinato de tres jóvenes del posfascista Movimiento Social Italiano (MSI) ocurrido en Roma en 1978 han desatado la ira de la oposición italiana, que ha pedido la comparecencia parlamentaria del ministro del Interior del Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni.

La concentración frente a la antigua sede del MSI, en la que un millar de personas hicieron este domingo el llamado "saludo romano", extendiendo el brazo derecho al frente, y respondiendo al unísono con gritos de "presente", se produjo tras finalizar la conmemoración oficial de la conocida como masacre de Acca Larentia.

El presidente de la región del Lacio, cuya capital es Roma, Francesco Rocca, destacó que los saludos no tuvieron lugar durante el acto oficial, cuyo "único propósito era recordar a las tres víctimas de los Años de Plomo", dijo en alusión a las décadas de los 60 a los 80 marcadas por numerosos atentados políticos en el país.

"Si hubiera habido saludos romanos, no habría dudado en estigmatizarlos y distanciarme de ellos. Acusarme de haber dado cobertura institucional a reuniones fascistas es difamatorio", añadió sobre el acto oficial, según los medios locales. Sin embargo, la oposición casi al completo ha criticado con dureza los saludos fascistas realizados en el marco de la conmemoración.

"Roma, 7 de enero de 2024. Y parece 1924. Presentaremos una pregunta al ministro (Matteo) Piantedosi, lo ocurrido no es aceptable. Las organizaciones neofascistas deben ser disueltas, como dice la Constitución", dijo hoy la líder de la oposición y del progresista Partido Demócrata (PD), Elly Schlein.

También el senador de la centrista Italia Viva Enrico Borghi aseguró que "esta imagen parece fechada hace exactamente cien años, en 1924, y en cambio es de anoche", mientras que la secretaria de Más Europa, Barbara Vecchietti, la definió como "una vergüenza inaceptable". Vecchietti añadió que Meloni, quien "desde hace años pide que se aclare el asesinato" de los tres jóvenes, debería "oponerse" a la "instrumentalización" de la masacre "para la habitual reunión extremista".

Estos actos neofascistas se han convertido en un problema para Meloni, que se ha visto obligada en varias ocasiones a poner tierra de por medio entre los nostálgicos del fascismo en Italia y su Gobierno.

Meloni ha descartado cualquier matiz antidemocrático de su formación, pero mantiene como símbolo de Hermanos de Italia la denominada "llama tricolor", emblema de la organización juvenil del antiguo y posfascista MSI en el que militó de joven.

"Políticamente es algo lejano a mí de una manera muy significativa", dijo Meloni a finales de octubre de 2023, tras una manifestación ante la tumba de Mussolini en la que también se produjeron saludos fascistas.