Cuando se cumplen 11 días del comienzo de la invasión rusa en suelo ucraniano, las tropas de Putin mantienen su asedio a civiles que intentan escapar de la guerra. Después de fracasar en su intento por llevar a cabo una invasión relámpago, Rusia apuesta ahora por atacar lugares residenciales, siendo Mariúpol el centro de los ataques más devastadores.

Las autoridades ucranianas acusan a Rusia de bombardear deliberadamente estos puntos sabiendo que allí hay civiles, ataques que también se han dado en la ciudad de Irpín, donde al menos ocho civiles han fallecido este domingo. La Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha verificado 1.123 víctimas civiles en lo que va de guerra, con al menos 25 niños muertos, una cifra que reconocen que es superior.

"Tenemos que entender que ante la muerte de civiles a manos de las fuerzas de ocupación no puede haber garantías de seguridad en los corredores verdes porque solo el cerebro enfermo de los rusos decide cuándo empiezan los combates y con quién. La situación se ha repetido hoy y han disparado incumpliendo el alto el fuego", ha asegurado el Batallón Azov a través de Telegram.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, alerta de bombardeos rusos en Odesa, un enclave estrategico por su puerto al Mar Negro que cambiaría el escenario de la invasión. Ya son más de un millón las personas que se han marchado de Ucrania, mientras Putin apuesta por mantener esa "operación especial" que no tiene visos de acabar.

"Se están preparando para bombardear Odesa. ¡Odesa! Los rusos siempre han venido a Odesa. Siempre han sentido solo calidez en Odesa, solo sinceridad. ¿Y ahora qué? ¿Bombas contra Odesa? ¿Artillería contra Odesa? ¿Misiles contra Odessa? Será un crimen de guerra. Será un crimen histórico", ha expresado Zelenski.

Ya son dos días consecutivos los que Ucrania intenta evacuar Mariúpol y no consigue llevarlo a cabo. La ciudad, de casi medio millón de habitantes, sigue siendo objetivo prioritario de las tropas rusas. El Ministerio de Defensa ruso ha advertido de que aquellos países vecinos que permitan estacionar aviones de combate ucranianos en sus bases para ser usados posteriormente contra las fuerzas armadas rusas se arriesgan a ser considerados parte de la guerra

Las protestas ciudadanas van a más en Rusia, alentadas por el llamamiento de Alexéi Navalny en contra de Vladimir Putin. Según datos de las autoridades rusas, se han producido al menos 3.500 detenidos de un total de 5.200 personas que participaron en las protestas. La más numerosa ha tenido lugar en Moscú, con unos 2.500 asistentes, de los que 1.700 fueron arrestados.

Putin ha hablado este domingo con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, asegurándole que "Kiev aún no cumple con los acuerdos alcanzados en materia humanitaria", acusando a los nacionalistas ucranianos de no permitir las evacuaciones.