Los ataques de Rusia se intensifican en el este de Ucrania, como preveían los servicios de inteligencia occidentales. Según fuentes ucranianas citadas por Efe, las tropas rusas intentan romper las líneas enemigas con una maniobra envolvente desde la región de Járkov al norte, la ciudad portuaria de Mariúpol al sur y la región de Lugansk al este del Donbás. Allí, se han producido ataques contra zonas residenciales y se han habilitado trenes para la evacuación de civiles.
Tras el fin de la batalla de Kiev, se prevé que los combates más duros se muevan al este del país, por lo que las autoridades han pedido a los civiles que evacúen inmediatamente la zona y este domingo se han organizado cinco corredores humanitarios en Lugansk, donde se han puesto nueve trenes a disposición de las personas que quieren huir.
Sin embargo, se desconoce cuántos ciudadanos los habrán cogido, puesto que a solo unos kilómetros de allí se encuentra Kramatorsk, la ciudad donde Moscú bombardeó la estación de tren asesinando al menos a medio centenar de personas que intentaban huir hacia zonas más seguras. A su vez, las imágenes de satélite muestran un convoy de unos 12 kilómetros de blindados rusos avanzando hacia Járkov, de acuerdo con Efe.
Además, en Dnipro, los bombardeos rusos han destruido totalmente el aeropuerto de esta ciudad del centro del país y, según las autoridades ucranianas también, ha impactado sobre un bloque de viviendas.
Entretanto, medios rusos aseguran que en el puerto de Mariúpol se ha producido producido la "evacuación" de un barco ucraniano donde tenían retenida a la tripulación. Este mismo domingo, también informaban de la presunta toma de su puerto pesquero, mientras la situación en la metrópoli es crítica.
Volodímir Zelenski, afirma que Mariúpol "es el corazón de esta guerra hoy". "Está latiendo, estamos luchando. Somos fuertes y, si deja de latir, estaremos en una posición más débil", ha asegurado el presidente ucraniano, que, en una entrevista con la 'CBS', ha expresado que no cree que Estados Unidos pueda dar a Ucrania "lo que necesita" para ganar el conflicto, aunque Washington insiste en que entregará a los ucranianos el armamento que necesiten.
Por su parte, el primer ministro británico, Boris Johnson, prometía este sábado a Zelenski darle el apoyo necesario: 120 blindados y misiles antibuque que se suman a otros 120 millones de euros en apoyo militar. Armamento que se une a los tanques aportados por República Checa o a la remesa de armamento antiaéreo de Eslovaquia, que también se estaría planteando entregar cazas a Ucrania, mientras que Polonia también estaría preparando un envío de tanques.
Responden a las necesidades del Gobierno ucraniano y sus soldados en el frente, que piden más tanques para sobrevivir en Barvinkove, una pequeña ciudad al sur de Izium, donde ya preparan las trincheras para la llegada de los rusos. Allí, recuerda un teniente coronel ucraniano, se libró "la mayor batalla de tanques" de la II Guerra Mundial: "Creo que la historia se va a repetir. Habrá muchas tropas aquí, será una buena pelea", sostiene. Allí, los ucranianos reconocen que las ofensivas rusas están siendo difíciles de contener.