Se mantiene la movilización de tropas en la frontera entre Rusia y Ucrania. En imágenes difundidas por el Gobierno ucraniano, vemos cañones ucranianos desplegados en la frontera con Crimea.

Esto llega justo cuando su presidente pedía a los líderes occidentales que no siembren el "pánico". Mientras tanto, Rusia exhibe músculo militar con otro vídeo que muestra la llegada de un convoy con misiles y cañones antiaéreos a Bielorrusia.

Por otro lado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha declarado que enviará tropas al este de Europa "a corto plazo", unas palabras que llegaban justo después de la siguiente petición directa del Pentágono a Rusia, en palabras del jefe del Estado Mayor, Mark Milley: "Recomendamos encarecidamente a Rusia que se retire y busque una resolución a través de la diplomacia".

Por la diplomacia apuesta también el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien contradice de forma clara las alarmas de un conflicto inmediato que llegan desde Washington. "¿Acaso hay tanques circulando por nuestras calles? No. Pero quienes no están aquí aquí se creen que sí", critica.

Esta tensión está poniendo en jaque la economía ucraniana y también la rusa. Desde el inicio de la escalada, y en medio de un contexto de inflación mundial, el rublo ha caído más de un 11% respecto al dólar. En el caso de la grivna ucraniana, lo ha hecho un 10%.

A pesar de las palabras de Zelenski, Ucrania continúa adiestrando militarmente a civiles. Kiev pretende formar con ellos unas brigadas de más de 130.000 efectivos. Según Reuters, han enviado suministros de sangre y material médico a la frontera con Ucrania por si finalmente hay un conflicto bélico.

Quienes mueven ficha por el diálogo son Francia y Alemania. Sus ministros de Exteriores viajarán a Ucrania el 7 de febrero para una negociación a cuatro con Rusia.