Las autoridades prorrusas han puesto en marcha los referendos para la adhesión de cuatro regiones ucranianas, mientras Kiev y Occidente condenan esas consultas por ilegales. Unas falsas votaciones celebradas cuando están a punto de cumplirse siete meses de la invasión de Vladímir Putin del país vecino y tras su anuncio de una nueva movilización de reservistas.

Las votaciones se celebran desde este viernes y hasta el martes en Donetsk y Lugansk, cuya independencia reconoció Moscú en vísperas de la guerra, pero también en los territorios ocupados de Jersón y Zaporiyia. Zonas que, en conjunto, representan en torno al 15% del territorio de Ucrania.

En muchos de estos territorios, los pocos ciudadanos que allí quedan tras la devastación de la guerra han preferido quedarse en casa. Y todo ello pese a la presión de grupos que han ido vivienda por vivienda intimidando a la gente y ofreciendo comida a cambio de un voto a favor de que el territorio se una a Rusia.

El Gobierno ucraniano y sus aliados occidentales, entretanto, han denunciado el carácter ilegal de estos plebiscitos, que consideran la antesala de una anexión ilegal de dichos territorios. Su convocatoria en plena guerra le resta legitimidad, y además se han anunciado solo tres días antes de que se celebraran.

Por otro lado, la mayoría de la población que debería votar está desplazada en otros países. En definitiva, no hay garantías de democracia en la votaciones y ni siquiera hay observadores internacionales.

Una consulta trampa

Así, Mijailo Podolyak, asesor del presidente Volodímir Zelenski, ha aseverado que no está teniendo lugar "ningún acto legal llamado referéndum" en los territorios ocupados, sino un "espectáculo de propaganda". El Ministerio para la Reintegración de los Territorios Ocupados, por su parte, ha advertido de que los implicados en su celebración serán sometidos a juicio si caen en manos de las autoridades ucranianas.

El gobernador ucraniano de Lugansk, Serhiy Gaidai, ha tachado el referéndum de "elecciones sin elecciones" y ha denunciado que en Starobilsk se ha prohibido a la población abandonar la ciudad, mientras grupos armados han sido enviados a registrar viviendas y coaccionar a los ciudadanos para que voten. Gaidai también ha afirmado que, en Bilovodsk, el director de una empresa ha dicho a sus empleados que votar es obligatorio, bajo amenaza de ser despedidos y denunciados si rechazan hacerlo.

También el presidente Joe Biden, la ONU, la OTAN, la Unión Europea y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) han denunciado el carácter fraudulento de estas votaciones. Por su parte, el presidente español, Pedro Sánchez, ha recalcado desde Nueva York que "una invasión ilegal no se puede tapar con referéndums ilegales".

Una justificación para usar armas nucleares

Entretanto, Rusia prácticamente da por hecho un resultado favorable a la anexión: la presidenta del Consejo de la Federación rusa -la Cámara Alta del Parlamento del país-, Valentina Matvienko, ha destacado este viernes que el organismo adoptará "lo antes posible" todas las medidas para la adhesión de las regiones ocupadas.

"Estoy segura de que los referendos se celebrarán de una forma que hará que nadie tenga motivos para cuestionar su legitimidad", ha dicho, antes de agregar que el Consejo de la Federación "no dudará" para respaldar los resultados si derivan en una anexión. "Desde el punto de vista legal y técnico, el procedimiento es extremadamente claro. Lo tenemos resuelto. Todo lo que sea necesario por nuestra parte sucederá lo antes posible", ha sostenido.

A su vez, el expresidente ruso Dmitri Medvédev, vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, ha advertido de que, con la anexión de estas regiones, Moscú considerará cualquier ataque contra ellas un ataque a territorio ruso, lo que le permitirá usar "todas las fuerzas de autodefensa" a su alcance, incluyendo armas nucleares.

En este sentido, la historiadora y socióloga rusa Elena Bogush ya advertía ese jueves en Al Rojo Vivo que, tras el referéndum, estos territorios "van a considerarse parte del territorio ruso" e incidía en que Putin ya ha avisado de que "puede usar las armas nucleares cuando haya amenaza a la soberanía rusa", un análisis que puedes escuchar en este vídeo: