Guerra en Ucrania

Rusia aprovecha la noche para bombardear Kyiv y otros puntos en toda Ucrania pese al ultimátum de Trump

Las cifras Los ataques de Rusia sobre los civiles ucranianos se perpetúan. En solo una noche, los drones y misiles han caído sobre más de 24 objetivos dejando seis muertos, uno de ellos, un niño de seis años. Pero también cientos de heridos y decenas de viviendas dañadas.

Rusia aprovecha la noche para atacar Kyiv y otros 24 puntos en toda Ucrania pese al ultimátum de Trump
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Por mucho que Donald Trump intente presionar, rebajando de 50 a 10 días el plazo para que Rusia firme un alto el fuego, parece que a Vladímir Putin poco le importa lo que diga el presidente de Estados Unidos. Aunque saltarse su ultimátum suponga asumir aranceles del 100% para su país. Porque el Ejército ruso ha vuelto a atacar Ucrania con fuerza y aprovechando la oscuridad de la noche.

Ha bombardeado más de dos docenas de objetivos en la capital ucraniana, matando a 14 personas. Entre ellos, un niño de tan solo seis años. Porque durante esta noche en Kyiv, el silencio ha sido interrumpido por los gritos, las sirenas que alertaban de la aproximación de las bombas y las pisadas de los civiles que, a la carrera, intentaban buscar un refugio. Ya antes de la medianoche, las autoridades de la capital de Ucrania pidieron a la población que acudieran al búnker más cercano o al metro, otro de los refugios ya típicos en esta guerra que dura ya más de tres años y medio.

En este nuevo ataque nocturno y masivo del Ejército de Putin se ha vivido el horror por repetido, porque se ha dividido en dos oleadas. En la primera, los grandes protagonistas han sido los drones que han caído, con especial brutalidad, sobre Kyiv. La ciudad más castigada, tristemente, ya se ha acostumbrado a los zumbidos de los drones, que se distingue del ruido que hacen los misiles.

Y, cuando parecía haber terminado todo, llegó un segundo aluvión de explosiones. "Acabábamos de volver al apartamento desde el refugio. Se había cancelado la alerta y, de repente, un segundo ataque", ha denunciado uno de los habitantes de la capital ucraniana, asegurando que les ha pillado totalmente desprevenidos y abandonando la seguridad de los refugios. "Logré cubrir a mi hijo menor con mi propio cuerpo. Al final, nos reunimos para correr de vuelta al refugio", cuenta una mujer.

Ucranianos usan el metro como refugio ante las bombas de Rusia en Kyiv.Ucranianos usan el metro como refugio ante las bombas de Rusia en Kyiv.Agencia EFE

Pasada la ofensiva, las huellas de la destrucción son más que evidentes. La ciudad está repleta de llamas o pequeños incendios y, rápidamente, empiezan las labores de rescate para encontrar a supervivientes entre los escombros, muchas veces, de sus propios hogares. De hecho, las cámaras han asistido a un intento de rescate. Y decimos intento porque, lamentablemente, los bomberos solo han conseguido llevarse en brazos el cadáver de un niño.

Este pequeño ha fallecido, pero también otras seis personas han perdido la vida por el ataque de Rusia. Sin olvidar que más de medio centenar de civiles han resultado heridos. Y eso que, aseguran, podrían haber sido muchas más víctimas. "No descartamos que haya más víctimas bajo los escombros", ha dicho Vitali Klitschko, el alcalde de Kyiv. Ahora, los ciudadanos tienen que seguir con sus vidas entre destrozos y desesperación por ver qué y quién ha sobrevivido al bombardeo.

Mientras tanto, Putin sigue atacando sin piedad, pese a la última advertencia de Trump. "¿Quieres la gran primicia? Poned la oreja... Diez días desde hoy", dijo. Y eso fue hace ya 24 horas, un ultimátum fijado para el 8 de agosto que deja mal sabor de boca. Porque los vaivenes de Trump con Putin y la nula consistente en previas amenazas dejan a Ucrania desamparada.