El gobernador de Belgorod, Viacheslav Gladkov, ha acusado este lunes a las Fuerzas Armadas de Ucrania de haber lanzado durante el fin de semana varios ataques sobre esta región fronteriza, si bien ha destacado que no se han registrado bajas ni heridos.

Gladkov ha informado de que este lunes a primera hora de la mañana Graivoron, Kozinka, Gora-Podil y Zamosc han estado bajo el fuego de las Fuerzas Armadas de Ucrania, y aunque los sistemas de defensa aérea han logrado repeler los ataques, más tarde ha confirmado tres heridos.

"El pueblo de Kozinka también está bajo fuego de mortero. Un proyectil alcanzó un edificio residencial y provocó que se incendiara. Otro proyectil voló hacia otra casa, como resultado hubo una importante destrucción de las estructuras de soporte y un automóvil resultó dañado", ha relatado en su cuenta de Telegram.

En Gora-Podil, un almacén de heno ha sido pasto de las llamas, mientras que en Grayvoron, los proyectiles han impactado sobre una empresa de transporte, aunque sin causar daños físicos.

Por su parte, el grupo opositor al Gobierno del presidente Vladimir Putin conocido como Movimiento Nacional de la Legión 'Libertad de Rusia', se ha atribuido la autoría de estos últimos ataques.

"¡Habitantes de las regiones fronterizas! Quédense en casa, no se resistan y no tengan miedo: no somos sus enemigos. A diferencia de los zombis de Putin, no tocamos a los civiles y no los usamos para nuestros propios fines. ¡La libertad está cerca!", han escrito en su perfil de Telegram.

¿Un golpe de efecto por perder Bajmut?

Sin embargo, el propio Gladkov ha informado de que un "grupo de sabotaje y reconocimiento" de las Fuerzas Armadas de Ucrania ha ingresado al territorio del distrito de Grayvoron, con lo que el Ejército ruso ha "tomado las medidas necesarias para eliminar al enemigo".

De acuerdo con el gobernador de Belgorod, el operativo ruso está integrado tanto por agentes del servicio de fronteras, como por miembros de la Guardia Nacional y del Servicio Federal de Seguridad, una información que también ha compartido el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.

Peskov ha asegurado que Rusia cuenta con la "suficientes fuerzas y medios" en la región de Belgorod como para sobreponerse a esta ofensiva, y ha advertido de que se trata de una maniobra de distracción por parte de Ucrania para "minimizar el efecto político de haber perdido Bajmut".

Más tarde, Gladkov ha confirmado que las autoridades rusas han activado el operativo antiterrorista en la región "para garantizar la seguridad de los ciudadanos de Belgorod". Este régimen de seguridad establece "medidas especiales y restricciones temporales".

El gobernador ha señalado que estas medidas abarcan desde la verificación de documentos de identidad, hasta la suspensión de la actividad industrial de aquellos sectores "más peligrosos", especialmente aquellas vinculadas a sustancias explosivas, químicas o radiactivas.

Ucrania niega su participación en la operación

Sin embargo, desde Ucrania han negado cualquier participación en esta operación, la cual, han recalcado, ha sido llevada a cabo por estos grupos opositores, formados exclusivamente por ciudadanos rusos.

"Ucrania está observando los eventos en la región rusa de Belgorod con interés y estudiando la situación, pero no tiene nada que ver con eso", ha manifestado el asesor de la Presidencia de Ucrania, Mijailo Podoliak.

Así, en una publicación en su perfil oficial de la red social Twitter, Podoliak ha incidido en que los tanques se venden en territorio ruso "en cualquier tienda militar" y que "los grupos guerrilleros clandestinos están compuestos por ciudadanos rusos".

Por otro lado, el portavoz de los servicios de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, Andri Yusov, ha asegurado que el suceso está protagonizado por "el Cuerpo de Voluntarios Rusos y la Legión de la Libertad de Rusia", que busca "liberar a estos territorios de la región de Belgorod del llamado régimen de Putin".

En ese sentido, Yusov ha explicado que esta operación no solo tenía como intención "hacer retroceder al enemigo", sino también "crear cierta zona de seguridad para proteger a la población civil ucraniana".

La región de Belgorod ha sido objetivo en varias ocasiones de ataques procedentes del lado ucraniano, tal y como denuncian las autoridades rusas, las cuales han decretado el nivel alto de amenaza terrorista y el estado de emergencia en quince localidades fronterizas.