Rishi Sunak fue ministro de Finanzas de Boris Johnson y encabezó la rebelión que acabó con el líder tory. Ahora, con la salida de Liz Truss y como único candidato en la carrera, se ha convertido en el nuevo primer ministro y líder del Partido Conservador.

Jonhson no le soporta, pero su anuncio este domingo de que no estaría en la carrera por Downing Street, le dejaba el camino libre. Cuenta con el apoyo público de la mitad de los diputados, mientras que su rival, la líder de los conservadores en la Cámara de los Comunes, Penny Mordaunt, se veía obligada a retirarse de la lucha al no alcanzar los avales necesarios.

Con sus mocasines de Prada de 500 euros y trajes a medida de 5.000, Sunak (42 años) tiene una historia casi de película, una de esas que pueden calar entre el pueblo británico. Es hijo de inmigrantes, nieto de inmigrantes, su abuela llegó a las islas desde la India en los años 60 y encontró trabajo pero no consiguió reunir el dinero para traer a su familia hasta ocho años después.

Entre ellos estaba la madre de Rishi Sunak, que nació en 1980. A sus padres les empezó a ir muy bien y pudieron pagarle los estudios en la Universidad de Oxford. También pasó por Estados Unidos y cuando se licenció se forjó una carrera en la City de Londres. Comenzó a aumentar sus ingresos trabajando para Goldman Sachs y con varios fondos de inversión, pero el grueso de su fortuna lo aportó su esposa, hija de un multimillonario indio cofundador de Infosys, un gigante del software.

En política su trayectoria ha sido meteórica: llegó al partido conservador en 2015, hizo campaña por el Brexit, fue elegido tesorero del Gobierno en 2019 y ministro de Finanzas el 13 de febrero de 2020.

Al político le hizo mucho daño un escándalo familiar que destapó la prensa británica. Sunak tiene una fortuna valorada en más de 800 millones de euros, pero The Independent desveló que su mujer mantenía la condición de no residente en Reino Unido, un truco para pagar menos impuestos. Ella rectificó pero, apagado ese fuego, se encendió otro.

A Sunak, al igual que a su jefe, le gustan las reuniones sociales. Él también se vio salpicado por el partygate. Ahora, su perfil ha convencido a la mayoría de los conservadores que ven en él una figura que puede acabar con las divisiones en el partido.

Ha recibido ya el encargo de Carlos III de formar gobierno y ante las puertas del númro 10 de Downing Street, Sunak ha prometido enmendar los "errores" de Truss, asumiendo que será necesario tmar "decisiones difíciles". Con todo, el nuevo 'premier' ha prometido "compasión", igual que hizo durante la gestión de la pandemia, pero también ha prometido que no dejará una deuda inasumible a las siguientes generaciones. "Voy a unir a nuestro país, no con palabras sino con acciones. Trabajaré día tras día para lograrlo", ha señalado.