La investigación del intento de asesinato a la vicepresidenta argentina Cristina Fernández continúa, así como las reacciones. La Cámara de Diputados argentina aprobó el sábado por unanimidad un texto de condena al intento de magnicidio, aunque el acto no se desarrolló con la tranquilidad deseada, sino con la división de los asistentes.

Se trataba de una sesión especial, convocada para expresar el "repudio" por el intento de magnicidio. Sin embargo, lo que debía ser un acto de solidaridad con Cristina Fernández derivó en un rifirrafe político.

Para el partido del gobierno, al igual que para las fuerzas de izquierdas, el intento de magnicidio es el culmen de una aguda polarización. Sin embargo, la opinión de los grupos parlamentarios de la derecha fue muy diferente y, si bien condenaron el ataque, lo hicieron con objeciones. Además, la extrema derecha también cargó contra la vicepresidenta del país.

Fuentes judiciales han informado de que elteléfono móvil que portaba Sabag Montiel, -el detenido por el atentado fallido-, ha sido bloqueado y formateado en los intentos de la policía de extraer información. Los investigadores, por otra parte, tampoco han encontrado huellas del atacante en la pistola.