María Villar Galaz fue hallada sin vida el pasado 15 de septiembre en un riachuelo, atada de pies y manos, y con una bolsa en la cabeza que le causó la muerte por asfixia, en una comunidad llamada Mirasol, en el municipio de Santiago Tianguistenco, del Estado de México, aledaño a la capital del país.

Una fuente vinculada al consulado español afirma que se ha iniciado la repatriación de los restos de María. "Han sido trasladados el viudo, Cristiano Do Vale, y el primo, Gorka Villar, en un vehículo del consulado para ir al aeropuerto", indica la fuente.

Do Vale y Villar tienen como destino final Bilbao, previa escala en Madrid, y llevan consigo una urna con los restos incinerados de Villar Galaz, de 39 años, que trabajaba como ejecutiva en la División de Servicios de Consultoría de Negocios de IBM México, puesto en el que llevaba un año y tres meses.

Según un mensaje compartido en las redes sociales por personas de su entorno con conocidos y amigos, el miércoles 14 de septiembre a las nueve de la noche tomó un taxi en un centro comercial de Santa Fe, un área de negocios del oeste de la capital, con destino al exclusivo barrio de Polanco, donde residía, y no apareció más.

Su cadáver fue hallado un día después pero no pudo ser identificado hasta casi una semana más tarde por su esposo, que tuvo que recorrer varios depósitos forenses hasta dar con el cuerpo.

La Fiscalía mexicana reveló que la familia pagó un rescate de 65.000 pesos mexicanos, cuando los secuestradores llegaron a exigir dos millones de pesos. Sin embargo, la hermana de la víctima aseguró al diario 'El Correo', de Bilbao, que la familia pagó íntegramente la cantidad solicitada.