La presencia o no de policías nacionales custodiando el Paseo de los Ingleses, lugar del crimen de Niza, ha sembrado la polémica entre el Gobierno socialista y la oposición de derechas, que acusa a Interior de haber ocultado datos que apuntarían a unas deficientes medidas de seguridad.

En una entrevista en el periódico "Le Journal du Dimanche", la agente Sandra Bertin reveló que un emisario del ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, se presentó en el Centro de Supervisión Urbana (CSU) al día siguiente del atentado y le puso en contacto telefónico con un alto responsable en París.

"La persona me pidió un informe que señalase los puntos de presencia de la policía municipal, las barreras y que precisase que también se veía a la policía nacional en dos puntos del dispositivo. Le respondí que no escribiría lo que no había visto", ha declarado Bertin, quien insistió en que no había miembros de ese cuerpo en los vídeos.

Añadió que fue "acosada" durante una hora, hasta el punto de llegar a expulsar físicamente al enviado de Interior. Varios días más tarde, recibió la orden por parte de la subdirección de terrorismo de borrar las imágenes de seis cámaras que mostraban la masacre.

Según Bertin, sus compañeros de la policía municipal no pudieron detener el camión conducido por Mohamed Laouhaiej Bohulel, porque "no se pueden reventar los neumáticos de un vehículo de 19 toneladas con un revólver". "Si hubiesen estado armados como nuestros colegas de la policía nacional habrían podido pararle", ha asegurado.