El primer ministro británico, Rishi Sunak, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, han logrado un acuerdo para relajar las disposiciones del protocolo para Irlanda del Norte, el conocido como marco de Windsor que ha costado dos años. Fue pactado como parte de los acuerdos de divorcio del Brexit, pero Londres se negaba a cumplirlo con el argumento de la complejidad y alto coste que implicaba su puesta en marcha.

"Se ha llegado a un acuerdo", han informado fuentes comunitarias, que no han dado por el momento detalles de las condiciones del acuerdo cerrado por Sunak y Von der Leyen en un encuentro en el condado de Berkshire (este de Londres).

Tras dos años de desencuentros de la Unión Europea y los anteriores gobiernos británicos para desbloquear esta crisis, el relevo que tomó Sunak de Boris Johnson al frente de Downing Street a finales de pasado año permitió el acercamiento entre Londres y Bruselas y la reactivación de las negociaciones para diseñar "soluciones pragmáticas".

El pacto alcanzado entre Sunak y Von der Leyen necesita aún superar el juicio tanto del Parlamento británico como del bloque comunitario, aunque está por ver cuál será su proceso de tramitación. Obtener el visto bueno del Parlamento británico no será sencillo porque los Unionistas de Irlanda del Norte ya han dicho que tendrán que examinar el acuerdo detenidamente.

Por el momento, el 'premier' prevé comparecer este mismo lunes ante la Cámara de los Comunes mientras que, del lado europeo, el vicepresidente del Ejecutivo comunitario que ha liderado las negociaciones, Maros Sefcovic, se reúne con los embajadores de los 27 en Bruselas para trasladarles los detalles de las últimas conversaciones.

¿Cuál es el objetivo?

Ante todo, el objetivo es evitar una frontera dura entre Irlanda del Norte, perteneciente al Reino Unido, y la republica de Irlanda, miembro de la Unión Europea. Con este nuevo acuerdo, se evitará una frontera física.

Esto se conseguirá estableciendo dos vías. El carril verde: los bienes que llegan de Gran Bretaña a Irlanda del Norte. sin controles. Y el carril rojo: mercancías que acabarán en la republica de Irlanda, por tanto, en el mercado europeo, aunque estos sí, con controles aduaneros.