El número 10 de Downing Street ha sido este martes un hervidero de ministros y asesores, a vueltas con el Brexit.

A media tarde y después de que la UE nos preparase para lo peor saltaba la sorpresa: hay, por fin, un "acuerdo técnico" para el divorcio entre Londres y Bruselas.

Un pacto que solventaría el mayor escollo: la linde entre las Irlandas. Se aseguraría que no haya una frontera física entre la del norte, provincia británica, y la República de Irlanda, miembro de la UE.

Según la televisión irlandesa, eso pasaría porque, de momento, todo el Reino Unido permanezca en una unión aduanera con Europa, mientras acaba de perfilarse cómo quedan definitivamente las cosas y los aranceles. Y garantizaría que, cuando esté todo hecho, Irlanda del Norte quede "alineada" con las reglas del mercado comunitario.

Cómo se 'come' todo esto debería empezar a concretarlo Theresa May en el consejo extraordinario de ministros que ha convocado.

La noticia es un alivio sobre todo para ella, aunque no ha faltado algún 'brexitero', como el inefable Boris Johnson, que califica ya este pacto de "inaceptable".