Boris Johnson enviará a Ruanda a los migrantes que entren por el Canal de La Mancha como parte de su nueva y restrictiva política de migración firmada por su ministra de Interior, de origen indio.

Tal y como ha anunciado el primer ministro británico, su nuevo y polémico plan migratorio tiene el objetivo de combatir la migración ilegal: "Estos viles traficantes de personas están abusando de los vulnerables y convirtiendo el canal en un cementerio acuático".

Su Gobierno ya ha firmado el acuerdo con las autoridades ruandesas. Los solicitantes de asilo permanecerán cinco años en centros del país africano con la posibilidad de instalarse allí tras el proceso.

A cambio, Reino Unido dará 150 millones de euros a Ruanda, un país que el propio Gobierno de Johnson pidió a la ONU investigar por sus restricciones a los derechos civiles. Ahora, decenas de miles de migrantes podrían ser llevados allí, a 10.000 kilómetros, en contra de su voluntad.