El ministro británico de Vivienda y Comunidades, Robert Jenrick, ha asegurado que el Ejecutivo conservador no tiene intención de adoptar "medidas extremas" para atajar los repuntes, como sería, por ejemplo, la vuelta de confinamientos estrictos a gran escala, sino que aplicará restricciones "selectivas" y "locales".

Jenrick ha hecho esas declaraciones después de que 'The Sunday Telegraph' y 'The Sunday Times' hayan informado de que el primer ministro, Boris Johnson, evalúa la posibilidad de que los mayores y personas de riesgo vuelvan a aislarse y de ordenar un nuevo cerrojazo en Londres para evitar una segunda ola de coronavirus.

En este sentido, estos medios sostienen que el 'premier' ha solicitado un plan específico de acción y que presidió el miércoles, junto a su ministro de Economía, Rishi Sunak, "una reunión de emergencia" para recrear un escenario de segunda ola, con diferentes opciones para frenar un repunte masivo de coronavirus que dañe la recuperación de la economía.

Jenrick ha asegurado que las opciones más drásticas son "solo especulaciones", aunque según estos medios, el Gobierno británico también contemplaría impedir la salida de los londinenses de la capital si aumenta la tasa de reproducción. "Por lo que yo sé, no hay tal plan", ha asegurado el ministro, quien ha explicado que el Gobierno sí prevé adoptar medidas "selectivas" similares a las aplicadas en los últimos días.

En este sentido, el Ejecutivo de Johnson introdujo el pasado 26 de julio una cuarentena de 14 días para los viajeros procedentes de ciertos países con altos niveles de coronavirus, entre ellos España, y el jueves decretó una nueva restricción en buena parte del norte de Inglaterra, que impide visitar a personas en sus casas.

Al día siguiente, echó el freno a la desescalada en toda Inglaterra y decidió retrasar el inicio de la siguiente fase, prevista para este sábado, hasta, al menos, el próximo 15 de agosto, tras detectar un aumento de casos de coronavirus en la comunidad.

46.201 muertos por coronavirus en Reino Unido

Las muertes por COVID-19 en Reino Unido han aumentado hasta las 46.201, tras sumar ocho en las últimas 24 horas, con lo que el país se mantiene como primero de Europa y cuarto del mundo más afectado por la pandemia. Además, el Ministerio de Sanidad británico ha informado de que, hasta la fecha, se han registrado 304.695 contagios, de los cuales 744 se han notificado en las últimas horas. Mientras, el Gobierno está preocupado porque la prevalencia del coronavirus está aumentando por primera vez desde mayo.