La Justicia francesa ha ordenado registros en las sedes de Renacimiento, el partido del presidente Emmanuel Macron, y de la consultora McKinsey dentro de la investigación por una posible financiación ilegal de la campaña electoral de 2017.

Los registros han tenido lugar este martes, bajo la dirección de jueces de instrucción, y se inscriben en dos investigaciones diferentes iniciadas formalmente en octubre pasado. A finales de noviembre la Fiscalía anunció la apertura de esas investigaciones, que están a cargo de tres jueces instructores.

En concreto, los investigadores intentan dilucidar si la campaña de Emmanuel Macron en las presidenciales de 2017, en las que fue elegido por primera vez al Elíseo, tuvo una financiación ilegal a través de McKinsey, multinacional estadounidense.

"Es normal que la Justicia investigue de manera libre e independiente para arrojar toda la luz sobre esta cuestión", señalan desde el partido Renacimiento, que se pune "a disposición" de los investigadores.

Ahora, los investigadores se centran en la posibilidad de que Macron se beneficiara ilegalmente de los servicios del gigante de la consultoría, que está siendo investigada en Francia desde principios de este año por cuestiones financieras.

Gendarmes de la sección de investigaciones de París han sido los encargados del registro en la sede de Renacimiento (partido que antes se llamaba La República en Marcha) y se han llevado documentos y soportes informáticos. Así lo apunta el diario 'Le Parisien', el primero en informar en primicia sobre los registros.

Las alarmas saltaron al descubrir que durante el primer mandato de Macron, esa consultora se benefició de numerosos contratos públicos. La comisión parlamentaria, creada por iniciativa de un grupo de senadores de oposición de izquierdas, ponía el acento en sus conclusiones en que desde 2018 el Gobierno había duplicado el recurso a consultoras privadas para múltiples trabajos de la Administración del Estado, hasta representar 894 millones de euros en 2021.

Para McKinsey, se trata del segundo registro en poco más de medio año, después de uno que ya hubo en mayo pasado por un procedimiento por blanqueo agravado de fraude fiscal. Aunque la consultora sigue insistiendo en que ha cumplido con sus obligaciones tributarias en Francia, varios medios de comunicación han revelado que McKinsey no ha pagado impuestos en el país durante al menos una década.