Los primeros deberán decidir si desean que Lombardía, "en base a su especialidad y en el cuadro de la unidad nacional, emprenda las iniciativas institucionales necesarias para pedir al Estado nuevas formas y condiciones particulares de autonomía".
Los segundos se encontrarán con una pregunta mucho más escueta: "¿Desea que a la región del Véneto sean atribuidas nuevas formas y condiciones particulares de autonomía?".
Las consultas, consultivas y no vinculantes, han sido convocadas por los gobernadores de estas dos ricas regiones italianas, el lombardo Roberto Maroni y el veneciano Luca Zaia, ambos del partido ultraderechista Liga Norte.
Zaia ya ha votado en el colegio de San Vendemiano, en provincia de Trevisto, e instó a "todos a votar" porque, dijo en Twitter, "solo así demostraremos que somos un pueblo".
El objetivo es recabar apoyo popular para abrir una negociación con el Gobierno italiano y hacerse con una veintena de competencias en materia educativa, medioambiental, de relaciones internacionales y fiscales que la Constitución permite negociar.
Pero sobre todo la intención de los gobernadores de Lombardía y del Veneto es reducir su déficit fiscal, la diferencia entre lo que aportan al Estado y lo que este "devuelve" a dichas regiones.