Los refugiados procedentes de países de Oriente Medio azotados por la guerra y el terrorismo, siguen protestando en la estación de Keleti en Budapest al grito de "Alemania, Alemania", donde las autoridades húngaras no les permite acceder a la estación para coger un tren que les lleve hacia Europa Occidental. Los alrededores de la estación se han convertido en un improvisado campo de refugiados con centenares de personas agolpadas que duermen en el suelo o en tiendas de campaña.