El ejército estadounidense ha asegurado este lunes que ha conseguido ya recuperar componentes electrónicos del supuesto globo espía chino derribado por un avión de combate estadounidense frente a las costas de Carolina del Sur el 4 de febrero, incluidos sensores clave presuntamente utilizados para recopilar información de inteligencia.

"Los equipos han podido recuperar restos significativos, incluidos todos los sensores prioritarios y las piezas electrónicas, así como grandes secciones de la estructura", dijo el Comando Norte del ejército de EE.UU. en un comunicado.

El globo gigante, que Pekín negó que fuera un dispositivo del Gobierno utilizado para la vigilancia, fue neutralizado después de que se paseara por los cielos del país durante una semana.

Los resto del globo sospechoso cayeron al mar y fueron recuperados por miembros de la marina estadounidense. Desde entonces, miembros de la policía federal (FBI) han estado estudiando los restos para evaluar las capacidades de vigilancia del objeto, pero no tenían acceso a la mayoría de lo que denominan la "carga útil" del globo, es decir, la electrónica que llevaba a bordo. Ahora, el ejército estadounidense asegura que tiene esa electrónica crítica para ser analizada.

Inicio de la crisis diplomática

El caso de este globo chino fue el arranque de lo que ha supuesto un aumento de las tensiones entre China y Estados Unidos. Un incidente sin precedentes que ha dado lugar en los días posteriores a un total de cuatro derribos.

La diferencia del globo chino con respecto a los posteriores objetos voladores, interceptados mientras volaban sobre el territorio de Alaska, Canadá y los Grandes Lagos del este de EE.UU., es que en los tres últimos el Ejército estadounidense dice no saber ni qué son ni a quién pertenecen.

Por su parte, China ha acusado a Estados Unidos también de usar objetos voladores para espiar a otros países. Pekín le ha pedido "explicaciones" sobre los "vuelos ilegales de globos" que Estados Unidos supuestamente realiza sobre otros países, entre ellos China, según aseguró en rueda de prensa este martes el portavoz de Exteriores Wang Wenbin. Wang volvió a reiterar que "al menos diez globos estadounidenses sobrevolaron China y otros países" desde mayo de 2022. "Ayer ofrecimos esta información y, por lo que veo, Estados Unidos no lo ha negado completamente. Simplemente, deberían dar explicaciones", señaló el portavoz.

Por otro lado, la Casa Blanca ha terminado este lunes por aclarar la polémica acerca del posible origen extraterrestre de los objetos voladores: "No hay indicios de alienígenas o de actividad extraterrestre, (...) quería asegurarme de que el pueblo estadounidense lo supiera y es importante que lo digamos desde aquí", manifestó la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en su rueda de prensa diaria. Sus comentarios llegan después de que ayer, domingo, el jefe del Comando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica (NORAD, en inglés), el general Glen VanHerck, dijera que no había descartado "ninguna opción" sobre el origen de los objetos derribados.