Este lunes, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, fue recibido con abucheos y críticas durante su visita a la localidad drusa de Majdal Shams en los Altos del Golán, tras un ataque que dejó 12 niños muertos el fin de semana. Durante su visita, Netanyahu aseguró que la respuesta israelí será "dura" y responsabilizó a Hezbolá, respaldado por Irán, por el ataque. Sin embargo, el grupo ha negado cualquier implicación.
El mandatario expresó su pesar por la pérdida de los menores, que estaban jugando al fútbol en el momento del ataque. "Mi corazón está partido en dos por esta tragedia. Queremos dar nuestro cariño a sus familiares, que están atravesando un momento de sufrimiento indescifrable", declaró.
A pesar de su promesa de apoyo y solidaridad con la comunidad drusa, varios residentes expresaron su frustración con el gobierno, acusándolo de haberlos "abandonado" durante la ofensiva en Gaza. Además, algunos manifestantes calificaron a Netanyahu de "criminal de guerra" y "cobarde".
La visita de Netanyahu se produce después de que el Gabinete israelí autorizara al ministro de Defensa, Yoav Gallant, y al primer ministro a tomar las medidas necesarias en respuesta al ataque. En Majdal Shams, la comunidad se preparaba para el funeral de uno de los menores fallecidos, mientras que el ataque también dejó decenas de heridos.