Los muertos por terrorismo han descendido a 6.701 el año pasado, se trata de un 9% menos que en 2021. Esto supone una bajada del 38% desde el máximo alcanzado en 2015, cuando se registraron 10.881 fallecidos. Sin embargo, los atentados terroristas se han vuelto más mortíferos, matando un 26% más de personas por ataque. Así lo ha revelado este martes el Índice de Terrorismo Global (GTI, en sus siglas en inglés), un informe elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP) que resume las tendencias de terrorismo en el mundo.

La reducción en las cifras de muertes, no obstante, se atribuye a que los talibanes han dejado de ser considerados como grupo terrorista y pasan a ser actor estatal. Este índice no incluye actos de represión estatal y violencia por parte de los Estados. Por tanto, si se omite Afganistán, las muertes por terrorismo habrían aumentado un 4% en 2022.

El número de atentados terroristas ha disminuido, por primera vez desde 2019, un 28% con respecto al año anterior, situándose en los 3.955 ataques frente a los 5.463 producidos en 2021. Esta caída se debe, entre otros factores, a la menor intensidad de los conflictos en Oriente Medio, especialmente en Irak, y Afganistán.

Por grupos terroristas, pese a reducir un 16% su actividad terrorista, el Estado Islámico (y sus afiliados) sigue siendo el más mortífero a nivel mundial por octavo año consecutivo con 1.045 muertes y 410 ataques. Al EI le sigue el grupo yihadista somalí Al-Shabaab, con 784 muertes y 315 atentados; el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes, una organización militar y terrorista de ideología salafista yihadista nacida en Malí, mató a 279 personas en 77 ataques; y por último, está el grupo afgano Ejército de Liberación de Baluchistán (233 muertos en 30 atentados).

Baja el terrorismo en Occidente

Tras golpear fuertemente el terrorismo Occidente durante años, en 2022 el número de atentados prosiguió con la tendencia a la baja que comenzó en 2017. No obstante, el año pasado sí que aumentó el número de víctimas mortales. En total, se registraron 40 ataques terroristas, se trata de un 27% menos respecto a 2021 (55). Igual que a nivel mundial, los atentados fueron más mortíferos: hubo 19 víctimas mortales en 2022 respecto a las 9 en 2021.

Por su parte, en Europa hubo dos ataques que fueron atribuidos a grupos terroristas islamistas. Entre los países europeos, el Reino Unido registró solo cuatro ataques y ninguna muerte en 2022, el primer año desde 2014 que no se registran víctimas mortales. Alemania, por su parte, tuvo el menor número de atentados desde 2015.

"El terrorismo por motivos ideológicos sigue siendo el tipo más común de terrorismo en Occidente, y el terrorismo por motivos religiosos ha disminuido en un 95% desde su punto máximo en 2016", señalan en el GTI, con especial mención a los atentados cometidos por grupos de extrema derecha.

Situación anómala en Afganistán

Afganistán es el país más afectado por el terrorismo, y lo sigue siendo por cuarto año consecutivo. Pero a pesar de esta posición, el país asiático contabilizó 633 muertes por terrorismo, su cifra más baja desde 2007. El informe destaca que los ataques y las muertes se redujeron en un 75% y un 58%, respectivamente.

Sin embargo, este dato hay que cogerlo con pinzas puesto que el GTI no incluye actos de represión estatal y violencia por parte de actores estatales, tal como hemos mencionado anteriormente. Por tanto, los ataques cometidos por los talibanes ya no se incluyen en el informe desde que tomaron el control del gobierno en agosto de 2021.

El Sahel, un aumento de 2.000% en 15 años

Donde la situación es dramática es en el Sahel. Según el Índice de Terrorismo Global, la región ha tenido un incremento del 2.000% de muertes por terrorismo en los últimos 15 años (entre 2007 y 2022). El panorama es tan trágico que esta región del África subsahariana es actualmente el epicentro del terrorismo. La zona "representa más muertes por terrorismo en 2022 que el sur de Asia, el Medio Oriente y el Norte de África (MENA) juntos", alerta el informe, que ha puesto especial hincapié en el Sahel.

El GTI detalla que los factores de este aumento "son complejos y sistemáticos", pero destacan la inestabilidad política, la competencia geopolítica, la inseguridad ecológica, los abusos de las fuerzas de seguridad y el crecimiento de la ideología salafista transnacional, entre otros. Sin embargo, también señalan a motivos externos como la salida de las fuerzas francesas de algunas zonas o cómo el Sahel se está convirtiendo en un escenario crítico de competencia geopolítica mundial entre Rusia y Occidente.

Las zonas de la región donde más ha aumentado el terrorismo en los últimos años es Níger, Malí y Burkina Faso. Solo en Burkina Faso y Malí se han registrado el 73% de las muertes en el Sahel y el 52% de las muertes en la África subsahariana.

Burkina Faso es el más afectado y en 2022 fue el país que registró un mayor incremento de las víctimas por terrorismo. 1.135 personas murieron frente a 759 en 2021, un 50% más. Pero también preocupa la situación en los países vecinos del Sahel como Benín y Togo.

Cierto alivio en zonas conflictivas

En cambio, en Oriente Medio y el norte de África ha disminuido la "intensidad de los conflictos". De ahí, que en 2022 se haya producido un descenso del 32% de víctimas de terrorismo. En Siria, por ejemplo, los ataques se redujeron un 34% y las muertes, un 10%, siendo el Estado Islámico su principal amenaza.

Los 50 peores atentados

El peor ataque terrorista de 2022 fue el producido en Pakistán, en la ciudad de Baluchistán, donde murieron 195 personas tras un atentado con explosivos llevado a cabo por el grupo del Ejército de Liberación de Baluchistán. El segundo fue llevado a cabo en Siria, en la ciudad de Al-Hasaka, cuyo actor fue el Estado Islámico, donde murieron 154 personas. Estos son los dos peores, y los que siguen fueron en África, sobre todo, en Malí y Burkina Faso. De hecho, de los 50 peores atentados terroristas, 38 fueron llevados a cabo en el África subsahariana y el resto (12), en Siria, Afganistán, Pakistán e Irán.