En agosto de 2020 Shinzo Abe dejaba el cargo de primer ministro de Japón por cuestiones de salud, aunque no la política. Casi dos años después, durante un acto electoral en Nara, en el oeste del país nipón, un exmiembro del Ejército nacional le disparaba por la espalda, provocándole una parada cardiorrespiratoria. "Es bárbaro, mezquino e intolerable": así se refería al atentado contra el líder japonés el actual mandatario, Fumio Kishida. Si bien los servicios médicos han hecho "lo que podían", finalmente el exmandatario ha fallecido este viernes.

Abe (Nagato, 1954) es, hasta la fecha, el primer ministro con más años en el mandato de la historia del país, y el primero nacido después de la Segunda Guerra Mundial. Descendiente de políticos —su abuelo fue primer ministro entre 1957 y 1960; su tío abuelo hizo lo mismo entre 1964 y 1972; su padre ocupó la secretaría general del Partido Liberal Democrático (PLD) y varios ministerios, entre ellos el de Exteriores durante el gobierno de Yasuhiro Nakasone—, asumió por primera vez el cargo con 52 años, convirtiéndose en el mandatario nipón más joven de la historia del país.

Antes de ello, un joven Shinzo Abe ya había ganado apoyo entre la población japonesa gracias a su férrea postura hacia Corea del Norte: Pyongyang había admitido en 2002 que había secuestrado a varios ciudadanos japoneses durante los años 70 y 80 para entrenar a su red de espías. Fue Abe quien se encargó de las negociaciones en este conflicto, y lo hizo consiguiendo un gran apoyo entre su propia población. "Cada vez que nos dice algo siento que siempre está luchando por nosotros (...). Es una persona cálida, compasiva, y esto es algo difícil de sentir hacia la gran mayoría de los políticos japoneses. Yo sí lo siento por Abe", decía en 2006 la madre de una de las desaparecidas, según recoge la revista 'Time'.

Shinzo Abe en una reunión entre China, Corea del Sur y Japón en 2019

Ese mismo año, el 20 de septiembre de 2000, fue nombrado secretario del PLD y apenas seis días después, con 339 de los 475 votos del Parlamento japonés, fue elegido primer ministro. No obstante, este primer periodo como mandatario de Japón duró poco. En este tiempo, Shinzo Abe trabajó para fortalecer las alianzas del país nipón con Estados Unidos, y mantuvo su línea dura hacia Corea del Norte, apoyando sanciones de la ONU —e imponiendo sanciones unilaterales— después de que Pyongyang realizara una serie de pruebas nucleares sobre el mar de Japón. También se mostró a favor de revisar el artículo 9 de la Constitución, una cláusula de posguerra que imponía sanciones a las actividades del Ejército, y fuerte partidario de aumentar el poder militar del país.

En este contexto, su Gobierno se vio envuelto en una serie de escándalos económicos, y su administración fue duramente criticada por no haber reaccionado a lo que durante su mandato salió a la luz: que durante más de una década, el Gobierno japonés había gestionado mal los registros de pensiones de millones de ciudadanos. Así pues, en 2007 perdió la mayoría en la cámara y decidió abandonar el cargo.

La gran polémica de las 'mujeres de confort'

Una de las grandes controversias en las que Abe se ha visto envuelto durante su mandato es la relacionada con las denominadas 'mujeres de confort': durante el periodo colonial de Japón sobre la península de Corea (1910-1945), cerca de 200.000 mujeres coreanas fueron utilizadas como esclavas sexuales por los soldados nipones. El Ejército Imperial les había prometido trabajo y bienestar, pero muchas de ellas acabaron muriendo en prostíbulos abiertos para satisfacer a los soldados en tiempos de guerra. Shinzo Abe mantuvo, durante mucho tiempo, su postura negacionista: ni tales prostíbulos existían ni las mujeres habían sido obligadas a mantener relaciones sexuales contra su voluntad.

En los años 90, Japón ya se había disculpado oficialmente por este episodio de la historia, generando una mejora significativa en las relaciones entre Tokio y Seúl, pero durante su primer mandato Shinzo Abe no coincidía con aquella declaración: aseguró que no había pruebas que confirmaran lo que él consideraba solo teorías. Durante su segundo mandato llegó a coquetear con la posibilidad de retractarse oficialmente de la disculpa pública de Japón por la cuestión de las 'mujeres de confort'.

En 2015, los gobiernos de Corea del Sur y Japón llegaron a un acuerdo sobre la cuestión, y fue el entonces ministro de Exterior nipón y ahora primer ministro, Fumio Kishida, quien dijo en nombre de Abe: "El tema de las 'mujeres de confort', con la participación de autoridades militares japonesas por aquel entonces, fue una grave afrenta al honor y dignidad de un gran número de mujeres, y el Gobierno de Japón es dolorosamente consciente de su responsabilidad". Abe acabó formalmente disculpándose en nombre de su país.

La visita a Pearl Harbor

En 2016, Shinzo Abe se convirtió en el primer primer ministro japonés en visitar Pearl Harbor, junto al entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que había llegado a la Casa Blanca meses antes. Ningún líder hasta la fecha había realizado esta visita desde que, en 1941, el Ejército nipón atacó la base naval estadounidense con el fin de acabar con el poder estadounidense en el Pacífico. El más que conocido ataque a Pearl Harbor llevó a Estados Unidos a entrar en la Segunda Guerra Mundial que acabó, en 1945, con la derrota de Japón días después de que las bombas de Nagasaki e Hiroshima provocaran la muerte de miles de civiles.

Aquella visita oficial concluyó con un Shinzo Abe ofreciendo sus "más sinceras y eternas condolencias" a las víctimas del ataque. "No debemos repetir los horrores de la guerra otra vez, y este es el voto solemne que ha hecho el pueblo de Japón", pronunció Abe junto a Obama. El entonces líder japonés homenajeó a todos los que perdieron la vida en aquel ataque de 1941 y prometió paz y reconciliación. "A las almas de los soldados estadounidenses que yacen aún a bordo del USS Arizona, al pueblo estadounidense y a todas las personas del mundo... prometo que este voto es inquebrantable".