Son algunos de los más
de 1.500 detenidos por el intento de golpe militar. A la espera de más datos
sobre quiénes lideraron al grupo de alzados, sólo parece claro que el principal
objetivo era acabar con Erdogan. "No creo que tenga que ver tanto con la
lógica de islamismo-secularismo, sino con luchas de poder dentro del Estado
turco y creo que es un golpe contra Erdogan", explica Eduard Soler,
analista de Cidob.
Desde que llegó al Gobierno en 2003, Erdogan ha luchado contra el poder del Ejército que lleva décadas marcando el paso de la política turca. "Ha habido ajustes dentro de la jerarquía militar para colocar a gente más afín a Erdogan", explica Soler.
Por eso muchos apuntan a que los golpistas
podrían ser, precisamente, sectores afines a los altos mandos que fueron
apartados durante las purgas en la cúpula militar. Aunque Erdogan pone el foco en el clérigo
Fetulá Gulen, autoexiliado en EEUU, y su principal rival. "Eso choca con la relación de Gulen con el
ejército, él también fue represaliado", señala Eduard Soler.
Tras el fracaso del golpe y las muestras de
apoyo popular, Erdogan sale reforzado y la política turca más polarizada. "Vamos a ver más
purgas y más tensión", apunta Soler. Una situación no deseable en un aliado clave
para la Unión Europea y el segundo mayor ejército de la OTAN.