El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, pide una zona de exclusión aérea sobre Ucrania. Es decir, "una zona donde se prohíbe toda actividad aérea, todos los vuelos", según explica el analista militar Juanjo Rodríguez. Dicho de otro modo, supondría 'cerrar el cielo' sobre el territorio ucraniano y prohibir que los aviones sobrevuelen el país.

Sin embargo, el problema no reside en el hipotético marco legal de la prohibición, sino en conseguir que se cumpla. Y es que, si un avión ruso se adentrase en ese espacio prohibido, la OTAN tendría que "intentar desviarle y que no entre en la zona y, si persiste en su actitud, o toma acciones agresivas, derribarlo", de acuerdo con Rodríguez.

Zelenski es consciente: la zona de exclusión supondría la entrada en la guerra de la Alianza Atlántica. "El negar el espacio aéreo en una situación ya de guerra es prácticamente lo mismo que declarar la guerra, las consecuencias iban a ser las mismas", resume el experto.

Distintos países de Occidente han desplegado zonas de exclusión en las guerras de Bosnia, Irak o Libia, pero en esta ocasión existe una diferencia trascendental: Rusia es una potencia nuclear y la OTAN quiere evitar un conflicto directo entre potencias con armas atómicas.