Nueve años después de la desaparición del vuelo MH370 de Malaysia Airlines sigue sin conocerse la verdad. Ni rastro de los 239 pasajeros que iban a bordo ni del avión. Lo que sí han aparecido son algunos componentes sueltos del Boeing 777. Pero todavía hay una búsqueda más pendiente. La que anunciaron hace precisamente un año desde la empresa estadounidenseOcean Infinity, que ya analizó en 2020 un aérea de unos 112.000 kilómetros cuadrados en el sur del océano Índico sin tener resultados significativos.
Oliver Plunkett, CEO de la empresa, aseguró entonces que estaban poniendo a punto las dos máquinas que trabajarían de forma remota en la búsqueda del Boeing 777 desaparecido. No sin antes ponerse en contacto con el gobierno malasio y australiano por la dificultad a la hora de conseguir permisos para estos barcos al funcionar sin ninguna persona dentro. "Pero, es nuestra esperanza y deseo volver a continuar la búsqueda en algún momento, ciertamente, de la primera mitad de 2023", expresó. Buscarán en áreas delimitadas por grupos de expertos externos pero también en los alrededores.
Hasta entonces se mantiene la incógnita. Se desconoce lo que sucedió en la aeronave cuando perdió el contacto con los sistemas de control de tráfico aéreo y desapareció el 8 de marzo de 2014, cuando realizaba el trayecto de Pekín a Kuala Lumpur. El vuelo desapareció de los radares en las primeras horas del sábado, 40 minutos después de haber despegado de Kuala Lumpur, tras llegar a la altitud de crucero de 35.000 pies (10.670 metros).
Al menos 40 barcos y decenas de aviones de siete países participaron en las labores de rescate en los mares alrededor de Malasia y el sur de Vietnam durante los días siguientes a la desaparición. Mientras tanto, las teorías empezaban a circular. Los expertos apuntaban a un fallo catastrófico repentino o una explosión por la falta de la señal de socorro. Pero el jefe de las fuerzas aéreas malasias señalaba que el radar sugería que el avión podía haber dado la vuelta y desviado de su ruta prevista antes desaparecer. También se empezó a investigar a dos de los tripulantes del vuelo que utilizaron los pasaportes de un ciudadano italiano y de un austriaco que habían sido robados.
Entre todas las informaciones que circularon aquella semana, hay una certeza que se mantiene hoy en día. La que pronunció el responsable de la Autoridad de Aviación civil de Malasia, Azharuddin Abdul Rahman, dos días después de la desaparición: "Es un misterio sin precedentes". Por el momento han aparecido únicamente una sección del borde de salida de una de las alas del Boeing 777 - encontrada en 2017 en la costas de Mauricio - y un trozo de alerón, que se encontró en julio de 2016 en Reunión. Pero sin rastro del avión ni explicación de por qué desapareció repentinamente del radar.