La carrera electoral se encuentra muy igualada y todavía no hay nada claro sobre el que será el próximo presidente de Estados Unidos. Es probable, incluso, que no se conozcan los resultados definitivos en el día de hoy.

Pero ¿por qué puede que no sepamos los resultados? Porque el sistema de votación y recuento que se emplea en el territorio estadounidense es muy diferente y complejo de un punto a otro del país, y depende de muchos factores para garantizar tanto el derecho al voto de la población como la fiabilidad de los resultados.

Si hoy no se diera un claro ganador para acceder a la Casa Blanca, ¿cuál sería el procedimiento a seguir?

La ley federal recoge que los condados tienen hasta el 8 de diciembre para contar las papeletas y resolver disputas, aunque no en todos los estados funciona así: algunos tienen fechas límite más tempranas.

Si bien, los estadounidenses no eligen directamente al que va a ser su presidente en los próximos cuatro años, sino que eligen a los compromisarios que conforman el Colegio Electoral y que después se decantarán por uno de los dos candidatos. Los estados con más electores son California (55), Texas (38) y Nueva York y Florida (ambos con 29).

Los 538 electores que han sido previamente elegidos por los ciudadanos de cada condado y estado efectuarán su voto el próximo 14 de diciembre. Y por eso, el presidente investido será aquel que reúna un mínimo de 270 votos (más de la mitad) de dichos electores.

Así las cosas, en Estados Unidos no gana, en principio, quien más votos tiene, sino quien los tiene mejor repartidos en todo el país. Cabe recordar que los llamados 'estados bisagra' cuentan con más peso en los comicios que otras zonas del país.

¿Qué ocurriría en caso de empate?

En caso de que se diera un empate entre los dos candidatos, con 269 electores cada uno, se haría una segunda votación con los miembros de la Cámara Baja. Pero en esta ocasión no votarían los 538 miembros, sino un elector por cada estado. Así, el que consiguiera al menos 26 votos se convertiría en el presidente estadounidense. Así lo explicamos en el vídeo que acompaña estas líneas.

Así es el proceso que recoge la 12º Enmienda Constitucional que el Congreso aprobó en 1804.

Asimismo, la Carta Magna indica que los presidentes deben jurar el cargo el 20 de enero ante el presidente del Tribunal Supremo con la siguiente fórmula: "Juro solemnemente que ejerceré fielmente el cargo de presidente de Estados Unidos y hasta el límite de mi capacidad, preservar, proteger y defender la Constitución de los Estados Unidos".