El presidente ruso, Vladímir Putin, ha visitado los cuarteles generales de dos unidades de tropas que luchan en las regiones ucranianas de Jersón y Lugansk, anexionadas por Rusia en septiembre pasado, donde se ha interesado por la situación en los frentes sur y este. El Kremlin informa de que este viaje se produjo el lunes.
La primera parada ha sido la región de Jersón, territorio de guerra donde se libran duros combates porque la región no está controlada por el ejército ruso. "El comandante en jefe supremo de las Fuerzas Armadas de la Federación rusa visitó la sede del grupo Dniéper en la dirección de Jersón", ha señalado la Presidencia rusa en un escueto comunicado publicado en su página web sobre la primera visita de Putin al frente de esta región en casi 14 meses de campaña militar en Ucrania.
Poco después, el Kremlin ha informado también de la visita de Putin al "cuartel general de la unidad 'Vostok' (Este) de la Guardia Nacional en la república popular de Lugansk". También es el primer viaje del mandatario a esta provincia ucraniana, aunque está sí está controlada mayoritariamente por Rusia.
Según el Kremlin, en el cuartel del grupo Dniéper, el presidente ruso ha escuchado los informes del comandante de las Fuerzas Aerotransportadas, coronel general Mijaíl Teplinski, del comandante de esta agrupación de fuerzas, coronel general Oleg Makarévich, y de otros líderes militares.
Entre esas dos regiones se ha desplazado en helicóptero. El Kremlin señala que se trata de un viaje de trabajo rutinario en el que no ha sido acompañado ni por el ministro de Defensa ni por el Jefe del Estado Mayor del país.
Los viajes "no han sido preparados"
De acuerdo con la agencia oficial 'TASS', el jefe del Kremlin ha pedido información sobre la situación en las direcciones de Jersón y Zaporiyia. "No quiero distraerlos de los deberes directamente relacionados con el mando y el control, por lo que estamos trabajando aquí de manera profesional, breve pero concreta", ha dicho Putin. "Es importante para mí escuchar su opinión sobre cómo se está desarrollando la situación, escucharlos, intercambiar información", ha añadido.
El mandatario ha pedido a los mandos militares que comiencen a informarle "sobre la situación en la dirección de Jersón y luego en la de Zaporiyia". Además ha recalcado que Teplinski "estuvo bastante tiempo en primera línea, hizo un informe muy detallado" de la marcha de la campaña militar, después de que la inteligencia británica afirmara recientemente que el comandante de las Fuerzas Aerotransportadas fue reemplazado en enero pasado pero que había vuelto hace poco al mando.
Esta es la primera visita de Putin a la región de Jersón, que las tropas rusas solo controlan parcialmente y de cuyo tercio norte se retiraron en noviembre pasado. El pasado 19 de marzo visitó Mariúpol, en la región oriental de Donetsk.
En la sede del grupo 'Vostok' en Lugansk, Putin ha escuchado a su vez informes del coronel general Alexandr Lapin y de otros altos mandos sobre la situación en este frente. La región de Lugansk está casi al cien por cien controlada por Rusia, a diferencia de la vecina Donetsk, donde ha tomado casi la mitad del territorio y donde su única ofensiva se produce actualmente en las ciudades de Bajmut, Avdíivka y Mariinka.
Según cita la agencia 'Interfax' al Kremlin, "los viajes del presidente Putin a la región de Jersón y a la república popular de Lugansk, así como a los cuarteles generales de (los grupos) Dniéper y Vostok no fueron preparados con antelación".
El G7 prometen intensificar las sanciones
Y mientras tiene lugar esta visita, los ministros de Exteriores del G7 han prometido intensificar las sanciones contra Rusia. "Seguimos comprometidos con la intensificación de las sanciones contra Rusia y la coordinación, así como con contrarrestar los intentos de Rusia y de terceros de eludir y socavar nuestras medidas sancionadoras", reza un comunicado conjunto, en el que han condenado "una vez más" en los términos "más enérgicos posibles" la guerra.
Así, los titulares de Exteriores han reiterado su llamamiento "a terceros para que dejen de prestar asistencia a la guerra de Rusia", amenazando con "graves costes", al tiempo que han anunciado que reforzarán su "coordinación para prevenir y responder" a aquellos que apoyen materialmente la guerra de Rusia.