Ucrania vive un nuevo día de asedio ruso tras una noche de rugidos en el cielo en la capital. Y es que Kiev ha sufrido nuevos ataques en la noche de este sábado, con explosiones que se han intensificado hasta alrededor de las 21:30 horas. La inteligencia de Reino Unido sitúa a las tropas rusas a menos de 25 kilómetros de Kiev, que ha comenzado a hacer acopio de productos esenciales ante la inevitable llegada de las tropas rusas.
El alcalde de la ciudad, Vitaliy Klitschko, hizo un llamamiento a sus ciudadanos a prepararse "para la defensa" de la capital. Durante la jornada de este sábado, Ucrania ha confirmado que las negociaciones con el Kremlin han proseguido a través de videoconferencias. "Se han creando subgrupos de trabajo. Las posiciones de Ucrania han sido definidas estrictamente en las directivas previas", ha explicado Mijailo Podoliak, asesor presidencial ucraniano.
Mientras se intenta avanzar en la vía diplomática, Ucrania ha denunciado el saqueo por parte de las tropas rusas a un convoy humanitario. El convoy partió desde Zaporiyia cuando, en el control de Tokmak, "fue saqueado por los invasores rusos, que se llevaron comida, ropa y material higiénico por la fuerza", según ha explicado el responsable de la región militar de la zona, Oleksander Starkuj.
Por su parte, Rusia acusa a Ucrania de impedir la apertura de diez corredores humanitarios, asegurando que la situación humanitaria es catastrófica en algunas ciudades de Ucrania. "Mientras las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa observan plenamente un alto el fuego temporal (para la evacuación de civiles), la parte ucraniana continúa violando cínicamente los acuerdos alcanzados sobre la apertura de corredores humanitarios hacia Rusia", ha asegurado el jefe del Centro de Control de la Defensa Nacional de Rusia, Mijail Mizintsev.
Mariupol, en estado de catástrofe humanitaria
Una de las ciudades en las que se sufre esa situación de catástrofe humanitaria es Mariúpol. Allí no hay agua, comida, luz ni medicinas, llevando al caos a una ciudad que ni siquiera ha sido capaz de llegar a abrir un corredor humanitario para sacar a los civiles de la ciudad.
En solo 12 días, más de 1.600 personas han muerto en la ciudad. No solo eso, sino que los tanques rusos han atacado sin piedad a viviendas civiles, dejando imágenes terroríficas como el testimonio de Anastasiya, una madre ucraniana que sufrió el ataque de un mortero ruso cuando estaba en un refugio.
"¿Quién traerá de vuelta a los que han muerto?", se preguntaba entre lágrimas.Situación similar la que se vive en Irpín, donde el control de la ciudad se divide a partes iguales entre rusos y ucranianos. En el centro de la ciudad se puede apreciar el impacto de proyectiles sobre bloques de edificios, zonas residenciales que, al igual que en Mariupol, han sido atacadas por las tropas rusas.
Putin, sin "voluntad de detener la guerra"
A lo largo de la jornada de este sábado, Vladimir Putin ha mantenido conversaciones con los presidentes de Francia y Alemania, Emmanuel Macron y Olaf Scholz. Tras esa llamada, desde El Elíseo han lanzado un mensaje claro y desalentador: "Putin no ha mostrado ninguna voluntad de detener la guerra".
Desde la presidencia francesa aseguran que el objetivo es "presionar al máximo" a un Putin que les ha puesto frente a una conversación "muy franca y difícil". El mandatario ruso, por su parte, ha denunciado las que considera "numerosas violaciones flagrantes de las normas del derecho humanitario internacional por las fuerzas de seguridad ucranianas", según ha trasladado el Kremlin.