Ir a luchar a la guerra. Ese será el castigo para los más de 1.400 ciudadanos rusos detenidos queprotestaron pacíficamentetras el anuncio de Putin de llevar al frente a 300.000 reservistas.

Cuando todos los detenidos varones que cumplían los requisitos llegaron a la comisaría les entregaron un certificado de reclutamiento informándoles que deberían ir a la guerra en Ucrania como castigo por protestar contra ella.

"Según la Ley de Obligación de Cumplimiento Militar de la Federación Rusa, os sugerimos acudir al cuartel militar para los ejercicios que se llevarán a cabo para el reclutamiento", señala ese documento.

La movilización decretada por el presidente ruso, Vladímir Putin, ya está en plena marcha en Rusia, donde muchos reservistas ya han sido notificados de su deber de unirse a las filas del Ejército para luchar en Ucrania, mientras que otros intentan eludir la citación intentando abandonar el país.

Las citaciones oficiales empezaron a entregarse en distintos puntos del país ya el miércoles, el día en que Putin anunció la medida, que afectará a unos 300.000 reservistas, y ante la reacción social, el Kremlin tuvo que desmentir la supuesta intención de llamar a filas a un millón de personas.

En principio, Putin aseguró que solo serán llamados a participar en la movilización parcial aquellas personas que han cumplido el servicio militar obligatorio, tienen experiencia en combate o alguna especialidad que necesiten las Fuerzas Armadas.

Pero hay dudas sobre esta aseveración, pues han comenzado a hacerse públicos casos que apuntan a que también otros hombres que no son reservistas han sido citados a presentarse.

Una periodista de Ulan-Udé ha publicado un vídeo en el que denuncia que su esposo, de 38 años y con cinco hijos, fue citado por la noche pese a no estar en la reserva y pese a la ley federal que prohíbe a movilizar a reservistas con tres hijos y más.

Al día siguiente ya estaba de camino en un tren a Chitá camino a la fase de entrenamiento a los que se deben someter los reservistas antes de ser trasladados al frente, según el decreto de Putin.