Al menos 10 bombardeos han despertado Kiev la mañana de este lunes. La capital ha vuelto a ser atacada dos días después del presunto ataque con drones a buques de la flota rusa en la bahía de Sebastopol. Las alarmas antiaéreas han resonado también en Zaporiyia y Jarkov en una nueva ofensiva rusa a varios frentes de la que aún se desconoce el alcance.

La lluvia de misiles, dirigida contra infraestructuras críticas, habría provocado cortes de agua potable y electricidad en algunos puntos de Kiev, según ha informado el alcalde, Vitali Klitschko. Las autoridades locales afirman que al menos 350.000 apartamentos han quedado sin suministro eléctrico y los sistemas de telefonía móvil han dejado de funcionar en algunas áreas.

"No hay agua en algunas zonas de la capital", ha escrito Klitschko en su canal de Telegram. En esta línea, ha instado a los ciudadanos a ponerse a salvo y "a no entrar en pánico" a la par que les ha encomendado estar atentos a las informaciones de las autoridades.

Este nuevo ataque masivo también se ha dirigido contra la planta de energía hidroeléctrica de Kremenchuk, sin que por el momento haya trascendido información sobre su estado actual. Según ha informado Reuters, medios locales han sugerido que diversas centrales hidroeléctricas han sido atacadas a su vez en la región de Kiev, así como en Odesa, Zaporiyia y la región central de Cherkasy. Este tipo de centrales producían alrededor del 5% de la electricidad de Ucrania antes de que Rusia invadiera a su vecino el 24 de febrero.

Respuesta al ataque a la flota rusa

Se teme que esta ofensiva del Kremlin responda a la contraofensiva ucraniana del pasado sábado a la Flota rusa en la bahía de Sebastopol. Según el gobernador del puerto de la península de Crimea, Mijail Razvozháev, durante la madrugada las tropas rusas tuvieron que repeler el ataque de nueve drones aéreos a los buques del Kremlin.

Según explicó el periodista Alberto Sicilia, el ataque provocó daños menores en un dragaminas y supuso un golpe moral al ejército de Putin: "Esos misiles de crucero que Rusia utiliza para atacar objetivos terrestres en Ucrania", detalló para laSexta.

El Ministerio de Defensa ruso afirma que los drones procedían del puerto de Odesa, controlado por el ejército ucraniano, y apuntan a Reino Unido como corresponsable. "Según los expertos, este punto de partida puede indicar un lanzamiento preliminar de este dispositivo desde uno de los barcos civiles fletados por Kiev o sus patrocinadores occidentales para la exportación de productos agrícolas desde los puertos marítimos de Ucrania", según el comunicado del Ministerio, recogido por la agencia TASS.

Esta acusación impulsó a Rusia a paralizar la partida de los barcos de carga de grano de los puertos ucranianos bajo el pretexto de que se podrían utilizar como arma de guerra. Esta paralización perjudica gravemente al Programa Mundial de Alimentos de la ONU, ya que el grano contenido en los buques estaba destinado a abastecer la hambruna de Etiopía.

La Unión Europea ha pedido a Rusia que revierta su posición mientras Ucrania niega cualquier responsabilidad en el ataque y sostiene que los daños en los buques fueron fruto de una negligencia rusa.