Un nuevo prototipo de vacuna del coronavirus ha comenzado a probarse en humanos, arrancando con la fase 3 del estudio. Se trata de la investigación del laboratorio Regeneron, de Estados Unidos, que será probada en 2.000 personas.

Este laboratorio se centrará en investigar la habilidad para proteger frente a un positivo cercano, como un familiar que resida en la misma casa que una persona infectada.

Regeneron se encuentra entre los pocos laboratorios que ya han comenzado a probar en humanos sus terapias experimentales para luchar contra la COVID-19, incluidas Gilead Sciences, Eli Lilly y AbbVie.

El ensayo, que se llevará a cabo en 100 lugares diferentes del país, ha sido probado con éxito en las etapas previas a la fase 2. Además, el laboratorio también ha puesto en marcha la fase intermedia de dos ensayos de medicamento que prueban su efectividad en pacientes hospitalizados y no hospitalizados, cuyos primeros datos serán obtenidos en verano.

El analista de Suntrust Robyn Karnauskas ha afirmado que REGN-COV2, que también puede tratar a pacientes que no están gravemente enfermos para requerir hospitalización, podría ayudar a frenar la propagación de COVID-19.

HHay más de 170 proyectos en marcha

En este momento se están desarrollando 172 vacunas contra la Covid-19. Miles de científicos en centros de investigación y farmacéuticas están haciendo ciencia de primer nivel con un objetivo común: conseguir una vacuna eficaz y segura.

La mayoría de vacunas están en fase preclínica, que consiste en probarla en cultivos celulares (in vitro) y posteriormente en animales. Una vez superado el ensayo preclínico entran en ensayo clínico, es decir, se empiezan a probar en personas. Una decena de vacunas ya están en ensayo clínico, que a su vez se divide en tres fases. La fase I evalúa la seguridad de la vacuna en grupos reducidos de personas sanas. La fase II evalúa principalmente la eficacia de la vacuna sobre cientos de personas. La fase III es la prueba de fuego, ya que se mide de forma definitiva tanto la seguridad como la eficacia de la vacuna en grupos de cientos o miles de personas. Estas fases están reguladas por las principales autoridades sanitarias (normas de la EMA, la OMS y la FDA), que serán los agentes últimos en aprobar la comercialización y administración de la vacuna.