Donald Trump, aprobó conceder a la empresa canadiense TransCanada un permiso para construir el polémico oleoducto Keystone XL, un proyecto al que se oponen grupos ecologistas pero que -según él- creará empleo en el país.
En 2015, bajo el Gobierno de Obama, el propio Departamento de Estado prohibió la construcción del oleoducto debido a su posible impacto climático y el peligro de que, con su aprobación, Estados Unidos perdiera su liderazgo en la lucha mundial contra el cambio climático.
Varios grupos ecologistas han prometido que seguirán oponiéndose al oleoducto y han amenazado con protestas sobre el terreno.