Decenas de personas han irrumpido en el Ayuntamiento de Kensington y Chelsea, en el oeste de Londres, para protestar por la falta de respuestas tras el incendio del 14 de junio en la torre Grenfell, en el que han muerto al menos 30 personas. Según informó hoy la BBC, decenas de manifestantes lograron entrar en las dependencias del consistorio, mientras que otras muchas personas protestan indignadas en el exterior.

Los familiares de las víctimas del suceso y otros residentes acusan al Ayuntamiento de haber desoído durante años sus quejas sobre las insuficientes medidas contra incendios del edificio y también de no atender adecuadamente a los supervivientes. La cadena pública mostró imágenes en las que pueden verse a varios agentes tratando de impedir el paso a multitud de personas que intentan subir por una escalera interior del consistorio, que se encargaba del mantenimiento del bloque de 24 plantas de propiedad municipal que se incendió este miércoles.

Al mismo tiempo, otros residentes y vecinos, cada vez más indignados, protestan a las puertas del Ayuntamiento de mayoría conservadora, al que acusan de haber desoído durante años sus quejas sobre las insuficientes medidas contra incendios del edificio de 120 viviendas -muchas de ellas de protección oficial- y también de no atender adecuadamente a los supervivientes. En declaraciones a la BBC por teléfono, el concejal laborista Robert Atkinson aseguró entender el enfado de la gente e instó al primer edil conservador a "afrontar la situación" y proporcionar vivienda alternativa a las familias desahuciadas.

"No entiendo por qué los líderes del consistorio no están atendiendo esta protesta", afirmó. "Creo que el liderazgo del Ayuntamiento tiene la responsabilidad de hablar y comunicarse con sus residentes", añadió. Previamente, uno de los manifestantes, amigo de unas de las personas fallecidas en el incendio, leyó la respuesta escrita del Ayuntamiento a sus demandas, pero la multitud congregada respondió con gritos de condena.

Según este comunicado municipal leído durante la protesta, el Ayuntamiento se compromete "por escrito" a realojar a las víctimas dentro del distrito; a destinar fondos para cubrir las pérdidas y los subsidios sociales y a encargar una investigación sobre las recientes obras de reforma del edificio, valoradas en unos 10 millones de libras (11,4 millones de euros).