"Es muy raro que la reina esté sola. Por lo general, está acompañada por alguien", señalaron fuentes del diario 'The Sunday Times', que calificaron el comportamiento del primero y segundo en la línea de sucesión al trono del Reino Unido como "un desaire".

El periódico recogió asimismo que, aunque el marido de la monarca, el príncipe Felipe, se retiró de la vida pública el pasado otoño, "va a lo que quiere ir" y, "si hubiera querido" acompañar a su esposa en su cita con los Trump "podría haberlo hecho".

Tanto Downing Street como el palacio de Buckingham han insistido en que la presencia de Trump en el país no era una visita de Estado, sino un viaje de trabajo, y que los planes únicamente incluían que la monarca, de 92 años, saludara al presidente y la primera dama.

En esa sentido, un funcionario del Gobierno británico manifestó a 'The Sunday Times' que en la planificación del tiempo que pasaría Isabel II con el presidente éste se trató de "mantener al mínimo". "La familia más amplia no fue tan entusiasta con la visita como lo fueron cuando llegó Obama", agregó.

Durante la visita de trabajo que realizaron en 2016 el expresidente de EEUUU, Barack Obama y su mujer, Michelle, no solo almorzaron en el castillo de Windsor con la reina y el príncipe Felipe, sino que también compartieron una cena privada en el palacio de Kensington con los duques de Cambridge y con el Príncipe Enrique.

El jefe de la Casa Blanca y su mujer dieron por concluida su agenda oficial del viaje el pasado viernes, cuando se trasladaron a Escocia para pasar el fin de semana jugando al golf. La visita del matrimonio, que no ha estado exenta de polémica con manifestaciones de protesta a lo largo de todo el país, concluirá este domingo, cuando se trasladen a Helsinki para que el lunes Trump se reúna con su homólogo ruso, Vladimir Putin.