La princesa holandesa Catalina Amalia de Orange se encuentra bajo estrictas medidas de seguridad debido a varias amenazas y al temor a que pueda ser atacada por bandas criminales, según informa la agencia de noticias holandesa ANP.

"Apenas puede salir de casa", ha explicado la reina Máxima durante una visita de estado a Suecia con su esposo, el rey Willem-Alexander.

Amalia, de 18 años, heredera del trono holandés, comenzó a estudiar en la Universidad de Ámsterdam el mes pasado y se mudó a un apartamento en esa ciudad, pero la preocupación por su seguridad la ha obligado recluirse en el palacio real Huis ten Bosch, en La Haya.

El mes pasado, varios medios de comunicación holandeses informaron que la princesa se encontraba bajo estrictas medidas de seguridad por temor a que bandas criminales pudieran secuestrarla o atacarla. El primer ministro holandés, Mark Rutte, se ha negado a especificar los detalles de las amenazas.

La princesa Amalia comenzó su carrera en política y economía el mes pasado y vivía en un alojamiento alquilado que compartía con varios estudiantes en la capital de Países Bajos, hasta que se ha visto obligada a regresar al palacio.

"Esta es una noticia terrible, en primer lugar para ella", dijo Rutte a los periodistas: "Todos los involucrados están haciendo todo lo posible para asegurarse de que ella esté a salvo".

"Las consecuencias son muy duras para ella", dijo la reina Máxima, que denunció que "no hay una vida estudiantil para ella como la que tienen otros".