Tan solo unas horas después de tomar posesión de su cargo, Javier Milei ha firmado su primer decreto de urgencia para reducir de 18 a nueve el número de ministerios en Argentina. Esta ha sido la primera parada del presidente argentino en su plan de recortes del gasto público, aunque en su limitado gabinete ha dejado hueco para la que considera, dice él, su jefa: su hermana Karina.

Para ella va "el cargo de secretaria general de la Presidencia de la Nación", tal y como pronunció el propio Milei en un acto polémico, a puerta cerrada y sin prensa; acto en el que, además, Karina pudo jurar su cargo porque Milei modificó el decreto que prohibía designar a personas con parentesco. En esta línea, en sus primeras horas como presidente, Milei ha ordenado auditorías en cada ministerio para revisar al milímetro el número de empleados.

"No hay alternativa al ajuste y no hay alternativa al shock", ya advirtió el mandatario argentino en un discurso aplaudido por cientos de argentinos a la espera de lo que traiga su primer paquete de medidas económicas. Sobre la mesa ya hay un duro ajuste fiscal, la devaluación del peso o la privatización de empresas públicas. Sin embargo, habrá que seguir esperando para ver el resultado del mandato de Milei.

"Las medidas se van a conocer recién mañana", ha informado Manuel Ardoni, portavoz presidencial del Gobierno de Milei. Por tanto, habrá ajustes en todo, sí, menos en lo que al propio presidente concierne. El nuevo presidente de Argentina va a seguir al menos una semana más en la suite del Hotel Libertador porque está haciendo reformas en la Casa Rosada. Por ver queda en qué se traduce su polémico discurso.