Hacía muchos años que los médicos argentinos no se enfrentaban a un caso como el de una joven que ha muerto en un hospital ante el que ahora se suceden vigilias y manifestaciones tras sufrir un 'shock séptico' por intentar abortar en casa con perejil. Es un método antiguo, barato y peligroso.

"Esto es lo que nos deja la clandestinidad, porque ahora a las chicas les cuesta más conseguir a alguien que les haga un aborto en condiciones, que aunque sea inseguro no es lo mismo que meterse un tallo de perejil. Las chicas tienen muchísimo temor a ir presas", cuenta una doctora del Hospital Belgrano en 'Página 12'.

Le extirparon el útero de urgencia pero no sobrevivió y deja huérfano a su otro hijo, de 2 años. Es algo que "nunca hubiera pasado si el aborto fuera legal", reconocen hasta quienes la atendieron.

Es la primera argentina fallecida oficialmente desde que el Senado rechazara, hace menos de una semana, la legalización del aborto. Por eso, un ejército de "criadas de rojo" han vuelto a encararse con sus señorías con perchas, velas y perejil en mano.

Además, llevaban el nombre de cada uno de los 38 que votaron en contra. Recordándoles las vidas en juego para cuando tengan que volver a votar el año que viene.