El primer ministro de Australia, Scott Morrison, ha admitido que se han podido cometer errores en la gestión de los incendios forestales que arrasan el país y sobre la que ha recibido fuertes críticas.

"Hay cosas que se podrían haber manejado mucho mejor sobre el terreno" ha reconocido el primer ministro en una entrevista con la cadena pública de televisión ABC donde ha anunciado además que se pondrá en marcha una investigación pública sobre la respuesta a los incendios.

La disculpa del cuestionado primer ministro llega después de que pidieran su dimisión además de exigir al Gobierno más medios contra el cambio climático y para luchar contra los incendios forestales, que ya han dejado 28 muertos y miles de casas calcinadas.

Morrison, que se ha erigido en defensor de industrias contaminantes como la del carbón y se ha negado a relacionar la crisis climática con el agravamiento de los incendios forestales, ha sido objeto de numerosas criticas.

El primer ministro conservador fue muy cuestionado por irse de vacaciones sin avisar a Hawaii, EEUU, en plena crisis antes de Navidad y durante sus visitas a las zonas afectadas ha visto de primera mano el rechazo de algunos vecinos que se han negado a darle la mano e incluso le han insultado.

En relación a sus políticas para hacer frente a los efectos de la crisis climática, Morrison ha dicho que "el Gobierno continuará con sus esfuerzos para alcanzar los objetivos" de reducción de emisiones, sin precisar más.

Desde que comenzaron en septiembre, los incendios han arrasado una superficie de equivalente a la de Irlanda, y se calcula que hasta 1.000 millones de animales salvajes podrían habrían muerto, mientras continúa la temporada seca y de incendios. Además, los peores pronósticos se han cumplido y dos fuegos se han fusionado provocando un incendio de más de 6.000 kilómetros que avanza sin control.

Se cumplen los peores pronósticos en Australia. El vendaval ha avivado las llamas hasta fusionar dos fuegos en el sistema montañoso conocido como 'Montañas Snowy' y ahora es un megaincendio que avanza sin control. Las autoridades esperan clemencia meteorológica, pero las predicciones hablan de más calor y viento.

Muere otro bombero

Un bombero ha muerto cuando luchaba contra un incendio que se estaba desarrollando en el estado de Victoria, en el sureste de Australia.

El profesional tenía 40 años de experiencia y ha fallecido cuando trabajaba en la extinción de un incendio en el área de Omeo, según ha confirmado el responsable de su departamento Chris Hardman.

Una mejora de las condiciones climáticas, con una bajada de temperaturas, lluvia y vientos más débiles han dado un respiro a los bomberos en Victoria y Nueva Gales del Sur.

En la ópera de Sidney, se ha mostrado un mensaje de ánimo en homenaje a los bomberos que están trabajando para sofocar los fuegos.

Reducir emisiones

Mientras tanto, el primer ministro de Australia, Scott Morrison, ha asegurado que el cambio climático está impactando en veranos más largos, cálidos y secos y ha insinuado la realización de posibles cambios políticos para reducir las emisiones contaminantes.

En este sentido, Morrison ha sostenido que ha sido una escalada de incendios "sin precedentes" y que la gente tiene "nuevas expectativas" sobre la actuación del Gobierno.

Estas afirmaciones se producen después de quemiles de personas salieran a la calle en diferentes ciudades de Australia para protestar contra el Gobierno de Morrison y sus políticas medioambientales ante la terrible situación provocada en el país por los virulentos incendios forestales registrados durante los últimos meses.

Las protestas tuvieron lugar días después de que la Agencia de Meteorología del país señalara que Australia vivió en 2019 su año de mayor calor y sequía, algo que estaría relacionado con los incendios forestales.

Australia ha atravesado condiciones climáticas "extremas", con previsiones que superaron los 40 grados y vientos de hasta 90 kilómetros por hora en muchas áreas rurales, situaciones que han dificultado la extinción del fuego.