La conocida periodista de la CNN Christiane Amanpour aseguró este jueves que la entrevista que tenía programada con el presidente iraní, Ebrahim Raisi, se suspendió porque ella rechazó cubrirse la cabeza con un pañuelo, como le solicitaron los ayudantes del mandatario de Irán, país donde las mujeres están obligadas a taparse el cabello. "El dijo que era una 'cuestión de respeto' y se refirió a la 'situación en Irán' aludiendo a las protestas en el país", dijo la entrevistadora.

Según escribió Amanpour en una cadena de tuits, la petición de cubrirse el cabello la realizó un ayudante del presidente cuando la entrevista ya llevaba 40 minutos de retraso sobre la hora programada. Amanpour agregó que rechazó "educadamente" y escribió: "Estamos en Nueva York, donde no hay ninguna ley ni ninguna tradición respecto a los pañuelos en la cabeza. Señalé que ningún presidente iraní anterior había pedido eso cuando lo entrevisté fuera de Irán".

El incidente cobra especial relevancia porlos disturbiosque viven actualmente varias regiones de Irán precisamente por la cuestión del velo islámico, obligatorio para todas las mujeres en espacios exteriores. El pasado viernes estallaron en Irán unas protestas -en las que ya han muerto al menos 31 personas, según cifran las ONG del país- tras conocerse el fallecimiento bajo custodia policial de Mahsa Aminque había sido detenida por la Policía de la Moral por llevar mal puesto el velo; en las protestas, se ha podido ver a mujeres quitándose el velo en público, unas imágenes sin precedentes. Las voces más críticas del país han sido detenidas, asegura la traductora iraní Ryma Sheermohammadi.

"Una vez más, dije que no podía aceptar esta condición inesperada y sin precedentes, así que me fui y la entrevista no tuvo lugar", zanjó la presentadora, que reconoce que "hubiera sido un momento importante para hablar con el presidente al Raisi" que se encuentra en Nueva York con motivo de la Asamblea General de Naciones Unidas que arrancó el pasado martes. La profesional de la información también indicó que la entrevista llevaba planeándose desde hacía varias semanas y que la preparación del plató había llevado ocho horas.