Los desnudos censurados en los museos de Roma durante la visita del presidente iraní, no fue cosa de Teherán. O eso asegura Hasán Rohaní: según él, fueron los italianos quienes decidieron tapar las estatuas. Y les ha agradecido que "hicieran todo lo posible para que estuviera a gusto". La siguiente parada del líder de Irán: París, donde los exiliados le esperan ya con protestas.